La Reina Sofía olvida el qué dirán y le hace un guiño al Rey Juan Carlos

La Reina Sofía ha viajado a Mallorca para continuar con la tradición religiosa de Semana Santa en la isla y este martes acudió a un  concierto benéfico en Mallorca para apoyar a Projecto Home en la catedral de la ciudad. Hablamos de la primera reaparición de la Emérita tras su exitoso viaje a Nueva York. 

Doña Sofía se encuentra en compañía de su hermana Irene de Grecia y, por primera vez en varios años, se conoce que estará sola en representación de la Corona sin la compañía de su hijo el Rey Felipe, sin sus nietas y sin su marido, el Rey Juan Carlos.

En esta ocasión, como única representante de la Corona, la Reina Sofía ha lucido más serena que nunca y no ha querido que las tensiones familiares terminen con una de las tradiciones más importantes para la familia. Para la cita, la Reina ha lucido un abrigo tipo kimono midi de color negro satinado con flores beige y pantalones negros a juego con los zapatos. La joyería de la Emérita consta de un collar de perlas de dos vueltas, pendientes a juego y varias pulseras y sortijas. Entre  todas las piezas que ha llevado destacó una sobre las demás.

Se trata de una sortija de rubíes que la Reina Sofía ha colocado en el dedo anular de su mano derecha muy parecida al anillo de compromiso que don Juan Carlos le regaló para fijar su compromiso. La pieza fue la protagonista de aquella divertida anécdota cuando Don Juan Carlos se decidió a pedir la mano de Sofía de Grecia.

La pieza original está compuesta por un anillo de oro con dos grandes rubíes redondos unidos por un diamante en talla baguette en medio. Con el paso del tiempo y la evidente distancia de los padres del Rey Felipe, la presencia del anillo de la Reina Sofía en su mano se ha interpretado como una muestra de apoyo a su esposo en momentos difíciles; esta vez podría tomarse como un guiño o un saludo muy indirecto, pero que podría dejar en evidencia que la Emérita ya no presta atención al qué dirán.