El cerco familiar que agobia a la Reina Sofía finalmente sale a luz

Desde que el Rey Juan Carlos abandonó España, los problemas en la Casa Real comenzaron a cobrar notoriedad y mucho se ha hablado de la soledad y la profunda tristeza que arropaba la Reina Sofía. La Emérita ha sido una figura primordial durante los años del reinado de su marido, pero ahora parece existir un cerco entre ella y el Rey Felipe, todo mientras el monarca busca recuperar la imagen de la corona.

Por mucho tiempo se ha dicho que la interacción entre el Rey Felipe y la Reina Sofía ha sido muy poca en los últimos años, pero lo cierto es que la Emérita no deja de cumplir con sus actividades Institucionales y tampoco deja de guiar a su hijo en los momentos más difíciles de la Corona.

Desde un segundo plano, la Reina Emérita sigue siendo muy importante dentro de la Institución y sus funciones logran ser un apoyo primordial para su hijo en su labor incansable por recuperar el prestigio de la Corona.

El apego de Felipe hacia la Reina Sofía sigue intacto y en la actualidad los encuentros entre madre e hijo suelen ser muchos y frecuentes. El Rey Felipe y su madre se ven casi a diario en el recinto de Zarzuela, donde ambos viven en casas diferentes.

“Es el hijo el que visita a su madre, y lo hace cada día siempre que la agenda se lo permite. Los encuentros son por las tardes, cuando se ha acabado el trabajo. El Rey llega en coche y está un ratito, no muy largo, pero sí que intenta no dejar de visitarla”, reseñaba la revista “Vanitatis” en base declaraciones de una fuente cercana.

Además, se ha conocido que Felipe va a visitar a su madre en compañía de la Infanta Sofía, en estos momentos en que Leonor se encuentra estudiando en Gales. “Antes, cuando Leonor estaba en Madrid, iban las dos nietas y pasaban la tarde con la Reina Emérita”, reveló.

Asimismo, la fuente indica que el Rey Felipe por ningún motivo ha pensado en alejarse de su madre, por el contrario, ella es una gran contención. “Bueno, es algo normal, es el hijo y la madre, charlan de sus cosas y un día a la semana le lleva a las nietas, ahora a la nieta, para que le cuenten lo que hacen y cómo les va, nada más, como en todas las familias”, señaló la fuente a la mencionada revista.

Si bien es cierto que existiría un cerco familiar por las apretadas agendas de los integrantes de la familia y por el hecho de que vivan en residencias separadas dentro del Palacio, todo queda asentado en una relación normal de madre e hijo; más allá de que el alrededor se esté desmoronando y las consecuencias de los errores del pasado no dejen de resonar en sus oídos.