La Reina Isabel se enfrenta ante la gran encrucijada de su larga existencia

Como la mayoría sabe, la Reina Isabel lleva 70 años al mando del trono británico y desde antaño demostró que la mejor manera de hacer frente a los cambios es cuando uno está dispuesto a adaptarse a ellos, algo que le ocurrió muy a menudo durante su proceso de "supervivencia" a la monarquía.

Según ha podido analizar la revista "¡Hola!", en el episodio cuarto de su pódcast "Harry y Meghan: jaque a la Reina", la soberana protagonizó una de las más sonadas encrucijadas privada tras la crisis familiar que generaron los Duques de Sussex a comienzos del 2020, cuando anunciaron su deseo de salir de la Casa Real.

Como abuela es todo compresión y cariño, pero como monarca, mano de hierro.

Tras estas palabras, el medio citado explicó a sus lectores que la longeva monarca no había vivido algo así en la dinastía Windsor, por lo que sus caminos se cruzaban entre el deber y el amor a su familia.

Antes de actuar, la madre del Príncipe Carlos debía hacer un minucioso análisis y tomar la mejor decisión, aunque esto significaba que se enfrentaba nuevamente a su eterno dilema: el de hacer que la Corona Británica esté por encima de sus seres queridos.

De momento, podemos decir que es más difícil para Elizabeth Alexandra Mary ejecutar un nuevo accionar cuando las crisis familiares son de dominio público. Sin ir más lejos, esta duda se planteó tras la aparición del Príncipe Andrés en la misa funeral en memoria de Felipe de Edimburgo.

Como podemos observar en la imagen superior, para sorpresa de todos, Isabel II del Reino Unido llegó este pasado martes 29 de marzo a la Abadía de Westminster del brazo de su tercer hijo, el Duque de York, quien debió firmar un acuerdo extrajudicial millonario para no sentarse en el banquillo de una corte estadounidense tras su vínculo con el fallecido Jeffrey Epstein.

A raíz de esto, el magacín en cuestión señaló que la historia siempre se repetía y era la misma para la abuela del Príncipe Guillermo, puesto que a lo largo de los años y en numerosas ocasiones, ella tenía que anteponer sus obligaciones e intereses de la institución a los deseos de su familia.

No obstante, durante el servicio religioso de su marido fallecido, la Reina Isabel fue en contra de las reglas y es ahora cuando todos afirman que pesó más su deseo de madre después de realizar este gesto no previsto. ¡Sí, hemos sido testigo de un momento histórico!

"Madre e hijo apoyándose mutuamente, un gesto que nadie preveía y que convirtió al Windsor más polémico en el protagonista de la mañana", concluye la revista del saludo.