La pieza de valor que la Reina Letizia se encargó de esconder bajo siete llaves

El joyero de la Reina Letizia ha sido de los más comentados por los especialistas en estilismo; aunque se ha caracterizado por un look minimalista y no suele acompañar su vestimenta de prendas muy llamativas, la esposa del Rey Felipe guarda algunas piezas en su joyero que lleva años sin lucir: pendientes, pulseras, broches, un reloj, y hasta una tiara. Algunas de ellas guardan un significado más que especial.

Todos sabemos que, como Reina de pleno siglo XXI, Letizia no se interesa en llevar una tiara a cada lugar que va, pero sí que la hemos visto llevar este símbolo en importantes oportunidades. La Consorte no ha dudado incluso en usar una tiara con el pelo suelto, cuando su estilismo lo haya permitido.

De todas las que guarda, sus favoritas parecen ser la floral, que la ha lucido en ocho ocasiones, y la diadema prusiana, que ha colocado sobre sus peinados en al menos doce actos. Con motivo de su boda con Felipe, la joyería Carrera y Carrera quiso tener un detalle con Letizia, y le regaló una alhaja que, casi dieciocho años después, nunca ha llevado en público.

Es así cómo con el paso de los años se ha convertido en la pieza que mayores incógnitas oculta de todo su ajuar y solo se sabe de su existencia porque los propios dueños de la firma lo desvelaron. Recientemente, el diario “El Español” ha querido averiguar sobre el paradero de esta prenda y, además, descubrir por qué la Reina no la ha usado en tanto tiempo.

El investigador y maestro joyero Pablo Milstein, que cuenta con más de cuatro décadas de experiencia en el sector, describe la pieza como una prenda bastante discreta, que usarían muchas Reinas o princesas del mundo, es una tiara sencilla y a la vez elegante, pero que pareció no contar con la aprobación de la Reina Letizia y que la mantendría guardada bajo siete llaves.

La pieza ha quedado relegada, algo que, en opinión de Milstein, se debería a algo muy simple, el propio gusto de la Reina Letizia. "Creo que si Letizia nunca se la puso es porque no le gustó cómo le quedaba. Eso es algo que Isabel II de Inglaterra ha hecho con dos tiaras que recibió de regalo, una de su madre y una de su suegra, y con las que jamás se le ha visto con ellas públicamente”, cuenta para poner en comparación a la esposa de Felipe con figuras de otras coronas.