La sorpresiva reaparición de la Infanta Elena en Madrid y con muy buena compañía

Como es de público conocimiento, el mes de abril comenzó algo convulso para la Infanta Elena. Ella recibió una de las noticias más tristes de su vida, tras conocer que su gran amigo el coronel José María Álvarez de Toledo Gómez-Trenor fallecía a la edad de 73 años, en Segovia.

Según la información que manejó la revista "¡Hola!", tanto el Conde de Ventosa como su esposa, Rita Allendesalazar y de La Cierva, fueron de los mejores confidentes que tuvo la hermana del Rey Felipe en sus horas más bajas, y por esta razón era ella quien devolvía el cariño arropando a la mujer del difunto en medio de tanto dolor.

De momento, podemos decir que es ahora cuando la hija mayor del Rey Juan Carlos levanta cabeza y regresa al foco mediático, puesto que realizó planes de ocio en Sevilla junto a su hija Victoria Federica y también protagonizó la postal familiar de Semana Santa en Abu Dabi tras la visita a su padre.

No obstante, eso no es todo. De acuerdo a "Vanitatis", Elena de Borbón reapareció sorpresivamente de nuevo y muy bien acompañada tras llegar a la capital con la viuda del aristócrata, pues lo ameritaba una buena causa: presidir el décimo aniversario de la Fundación Rementería.

Dicha celebración ha tenido lugar en el exclusivo Club Monteverdi de Madrid que, como narra el magacín, se trata de "un selecto y moderno espacio en el barrio de Almagro donde los amantes del arte se reúnen para el desarrollo de un fin común".

Si bien Rita Allendesalazar y de La Cierva no aparece en las postales, el periódico en cuestión asegura que llegó a las instalaciones del club y estuvo casi todo el tiempo con la exesposa de Jaime de Marichalar.

Como podemos apreciar en la imagen superior, la cuñada de la Reina Letizia escogió un acertado estilismo formal compuesto por un traje de americana: chaqueta con hombreras y pantalón de vestir recto en color gris oscuro.

Finalmente destacamos que la Infanta Elena combinó este conjunto de dos piezas con una blusa floral de distintas tonalidades, en la que predominaba el fondo blanco de la prenda y unos botines oscuros. ¡Sí, el broche con forma de hoja fue el detalle que hizo la diferencia!