PRÍNCIPE HARRY

El Príncipe Harry asume su inminente destino a pesar de la voluntad de la Reina Isabel

No puede negarlo, hay cosas que se llevan en la sangre.
sábado, 23 de abril de 2022 · 06:00

A pesar de haber renunciado a los títulos nobiliarios, no querer los privilegios de un royal o negar el servicio, según como lo entiende la Reina Isabel, el Príncipe Harry tiene sus propias convicciones. Eso sí, no puede negar la sangre que corre por sus venas.

El menor del Príncipe Carlos con Lady Di ha resultado ser el rebelde de la familia. Cuando se casó con Meghan Markle, años después anunció su retiro y renunció de sus títulos como noble y Duque de Sussex. Quería emprender una vida diferente, sin mandatos ni obligaciones que no resonaban con sus intereses personales ni los de su esposa.

El Príncipe Harry desafió a su abuela, la Reina Isabel, al irse de la corona británica. 

Por esa razón, el Príncipe Harry se ha mudado a los Estados Unidos y ha llevado una vida mucho más atípica que sus parientes cercanos. Eso sí, hay algo que no puede ocultar y tiene que ver con la herencia genética que pesa sobre sus hombros o, mejor dicho, sobre su despoblada melena.

Últimamente el benjamín de Lady Di participó activamente de los jueves Invictus que se celebran en La Haya. En una de las tantas escenas del evento, se encontraba el atleta holandés Bart van der Burg, quien bromeo sobre su calvicie dando el pie justo para que el Príncipe Harry haga este comentario:

Ya estoy condenado.

Lo dijo en referencia a su incipiente calvicie, puesto que al igual que su padre el Príncipe Carlos y su hermano, el Príncipe Guillermo, tiene el boleto de alopecia asegurado. Viene de genética y hasta ahora no ha fallado. El nieto de la Reina Isabel se quedará sin pelo el día de mañana, confirmando lo que ahora es solo una sospecha bastante fundamentada.

Demostrar el cálido sentido del humor del aristócrata da un plus extra a su ya muy querida personalidad. El Príncipe Harry tiene una labor mucho más relajada y auténtica desde que decidió apartarse de la realeza. Él y su esposa Meghan Markle viven sin el peso y la sombra de “La Firma”, una institución que poco a poco va extinguiéndose junto a su máxima referente, la Reina Isabel.