REINA LETIZIA
El as bajo la manga que la Reina Letizia utilizó en Reino Unido para imponer poder
Su Majestad sigue dando que hablar entre todas las realezas españolas.Una vez más, la Reina Letizia ha viajado al Reino Unido para tener un encuentro con el Príncipe Carlos. El futuro heredero del trono británico y la Consorte fueron aclamados por los presentes, quienes evidencian simpatía por la unión de ambas naciones. Banderas inglesas y españolas conformaban el decorado de este rejunte.
El motivo de este crossover tuvo que ver con la colección de ‘Zurbarán. Las doce tribus de Israel: Jacob y sus hijos’ muestra de pintura que defiende la presencia española en suelo inglés. También la Reina Letizia asistió en la inauguración de la Spanish Gallery de Bishop Auckland en el Castillo de Auckland. Todos eventos decorados con banderas de ambas naciones.

Pero esta visita no fue lo único que llamó la atención. Como siempre, los expertos en moda pusieron su afilado ojo al atuendo de la Reina Letizia. Un diseño de su color favorito y perteneciente a una de las marcas que más ha vestido a la esposa del Rey Felipe, Carolina Herrera.
El vestido es de color bordó de mangas largas con el cuello a la caja. El detalle final son unos botones negros en los hombros que ha combinado a la perfección con el abrigo que la cubría del frio. La pieza complementaria también pertenece a la firma de Carolina Herrera. Como dijimos, es la diseñadora favorita de la Reina Letizia, al menos hasta ahora.

Pero el vestido no se ha llevado todas las miradas. Letizia Ortiz ya ha comprobado que el cabello medio recogido le quita años. De este modo, completa su “total look” con una cuidadosa elección de su cabellera que ha dejado entrever a la perfección los aretes de plumas.
El accesorio está valuado en 6.400 euros y pertenece a la firma Plumme. Ya los ha usado en otra ocasión, pero hace tiempo no veían la luz del día en un evento tan importante. Será que los usa cada vez que va sin la compañía de su esposo, el Rey Felipe. La Reina Letizia ya ha dejado claro en más de una ocasión que no necesita de compañía para oficializar sus propios actos de interés.