REY JUAN CARLOS

El encargo especial que el Rey Juan Carlos pidió a Corinna Larsen para su hijo Felipe y Letizia

Solo era una excusa para tenerla cerca e incorporarla a la familia.
viernes, 8 de abril de 2022 · 03:00

El Rey Juan Carlos podría enfrentar la cárcel si Corinna Larsen decide seguir adelante con el juicio que ha iniciado contra su examante. La caratula del caso es por violación a la privacidad y espionaje ilegal. Se juzgará en Londres, tierra donde el título de “inviolabilidad” del Emérito no tiene efecto alguno.

Hoy la relación del Rey Juan Carlos con Corinna Larsen pasa por su peor momento, pero no siempre fue así. Ni bien se vieron se sintieron enamorados o al menos eso afirma Pilar Eyre en su blog de la revista “Lecturas”. Allí hubo genuino amor, transparencia y mucha voluntad de estar juntos, aunque hoy veamos más las espinas que las rosas de ese romance.

Tiempos felices donde el Rey Juan Carlos vivía plenamente su amor con Corinna Larsen.

La periodista especializada en realeza revela en su escrito cómo fue el momento en que se conocieron. Corinna Larsen tenía muchísima presencia y hablaba un perfecto español. No cumplía con ciertos protocolos y hasta era el mismo Rey Juan Carlos quien caminaba detrás de ella. Algunos definían a la empresaria alemana como “Una combinación muy sexy, cerebro de hombre en cuerpo de mujer”.

Pedimos disculpas por la expresión, pues no representa la ideología de igualdad de género que intentamos profesar. Pero ese comentario machista refleja, de alguna manera, lo aceptada que era Corinna Larsen dentro del círculo del Rey Juan Carlos. El matrimonio con la Reina Sofía había terminado, no había marcha atrás. Juanito quería vivir su vida al lado de la mujer que realmente robó su corazón.

El Rey Juan Carlos se enamoró inmediatamente de Corinna Larsen.

De hecho, según revela la propia Eyre, el Rey Juan Carlos le pidió a Corinna Larsen que por favor gestionara un viaje para su hijo Felipe con su nueva novia, una periodista divorciada llamada Letizia Ortiz. Ella lo encaraba orgullosa, pues había amor verdadero entre ellos. Incluso Corinna llegó a aceptar mudarse a diez minutos del Palacio de Zarzuela:

“No he visto a nadie tan enamorado, ¡parecía hipnotizado!” revela Pilar Eyre retratando las memorias de lo que fue un gran amor. “Se enamoraron en el acto, ¡fue el choque de dos planetas, de dos almas gemelas! Y esa fría noche de invierno fue el principio del fin para un rey y una época”, sentencia. Tal cual, como si lo hubiese predicho. En el mismo minuto que el Rey Juan Carlos conocía a Corinna Larsen, firmaba su sentencia para siempre.