La única relación a la que la Reina Sofía no sería capaz de renunciar jamás

Si la Reina Sofía decidiese hacer un balance de su vida privada, a buen seguro, no dudaría en voltear al pasado para recordar la entrañable y hermosa infancia que vivió con sus dos hermanos: la Princesa Irene y el Príncipe Constantino.

Según ha podido saber "Bekia", la esposa del Rey Juan Carlos tiene los mejores recuerdos de su vida con sus hermanos pequeños en el Palacio de Tatoi (Grecia), pues precisamente esta conexión con ellos sería lo único a lo que no renunciaría jamás.

Los Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg y Hannover tuvieron una niñez marcada por las guerras y el exilio, pero aún así se forjó entre ellos un vínculo inquebrantable que ha perdurado a lo largo del tiempo.

Tras estas palabras, el medio citado explica que la madre del Rey Felipe mantuvo "inalterable" este vínculo fraternal tanto con su fiel escudera Irene de Grecia, que vive con ella desde 1968 en el Palacio de la Zarzuela, como con Constantino II de Grecia, al que visita siempre que tiene la oportunidad.

A pesar de los golpes que les ha dado la vida, el magacín señala que los hijos de Federica de Hannover y Pablo I de Grecia se apoyaron mutuamente en todo momento, incluso después de formar sus respectivas familias.

A raíz de esto, el ejemplar hace especial hincapié en que las infantas Pilar y Margarita (hermanas de Juan Carlos I de España) en más de una ocasión "se habrían quejado de la excesiva presencia" de los griegos en la residencia familiar.

Finalmente, el periódico en cuestión afirma que ni las polémicas familiares ni las infidelidades del Rey Emérito han conseguido alejar a los tres hermanos, puesto que tanto la Reina Sofía como la Princesa Irene y el Príncipe Constantino continúan tan unidos como siempre.

Siguen permaneciendo juntos y apareciendo del brazo en las grandes ocasiones familiares.