CHARLÈNE DE MÓNACO
La complicidad de Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto opacada por una razón inesperada
El matrimonio real se encuentra bajo el foco mediático.Como es de público conocimiento, Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto han estado yendo por caminos separados durante meses tras el delicado estado de salud de la primera, quien regresó a la vida pública hace dos semanas.
Si bien no hay dudas de que la exnadadora olímpica vivió momentos convulsos en el último tiempo, es ahora cuando la revista francesa "Voici" publicó el acuerdo multimillonario que Su Alteza Serenísima firmó para poder rehacer su vida privada en Ginebra, pero sin descuidar las obligaciones que tiene con la Casa de Grimaldi.
A raíz de esto, medios como "Lecturas" analizaron de cerca la enorme complicidad que mostraron los esposos en estos dos actos públicos que presidieron de cara al nuevo aniversario de bodas, pues el próximo 1 de julio cumplirán 11 años de casados.
Se han mostrado muy cómplices. Eso sí, a él no le habría salido nada barato, ya que ha firmado un contrato por el que le pagará 12 millones de euros al año por sus labores de representación.
Tras estas palabras, el medio citado explica a sus lectores que esta actitud entre los padres de los mellizos Jacques y Gabriella de Mónaco se ha visto opacada por una leyenda urbana que persigue de antaño a la Familia Real Monegasca. ¡OMG!
En concreto, el magacín señala que el portal de noticias "Tatler" contó sobre el sonado secuestro a una mujer flamenca en el siglo XIII por parte del Príncipe Rainero I. Dicha gitana, habría maldecido tanto a su secuestrador como a sus futuros descendientes.
Nunca un Grimaldi encontrará la felicidad en el matrimonio.
De esta manera, el periódico en cuestión compara las desgracias vividas a lo largo de todos estos años y manifiesta que "estas palabras cobran sentido", teniendo en cuenta los rumores de una definitiva separación entre Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto.
Esta situación se suma a las trágicas muertes prematuras de la Princesa Grace Kelly y Stefano Casiraghi o los respectivos divorcios de la Princesa Carolina y la Princesa Estefanía.