Los entresijos que la Infanta Cristina quiere ocultar de su divorcio de Iñaki Urdangarin

“Gélida”, así definió Sonsoles Onega en “Ya son las ocho” a la actual relación que tienen la Infanta Cristina con su todavía esposo Iñaki Urdangarin. La hija de los Eméritos habría querido evitar el divorcio a toda costa, pero un giro de 180° la hizo cambiar de opinión, ¿fue acaso su visita al Rey Juan Carlos en Abu Dabi?

Podemos suponer que se trataría de un consejo impartido por Su Majestad el Rey Juan Carlos. Bien sabemos que él no ha querido divorciarse, pero sí podría hacerlo su hija. Lo cierto es que, según afirman las fuentes del programa citado, la relación entre la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin es fría, distante y sumamente tensa.

La Infanta Cristina no querría saber absolutamente nada de su todavía esposo. Puede que el sentimiento sea mutuo, pues el programa que lidera Sonsoles Onega afirma que están en el mismo hotel, desayunan a la misma hora pero que evitan a toda costa cruzarse las miradas. La presencia del otro atormenta, y no es para menos dadas las condiciones en las que se está produciendo este divorcio.

Cristina ya no quiere saber nada de Iñaki con justificados motivos. El exbalonmano ha comprado hasta una casa con su nueva pareja mientras, en simultáneo, trabaja con sus abogados para llegar a un acuerdo y obtener sus beneficios. Se habló en su momento de una pensión de 5 mil euros que la Infanta le tendría que pasar mes a mes.

Pero hay algo que obliga a que la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se pongan de acuerdo. Tienen cuatro hijos, contando a la menor Irene quien todavía necesita de los cuidados de sus dos padres. Pablo, por ejemplo, es el ojito derecho de ambos y los dos se turnarían para ir a verlo. Miguel y Juan Bautista también están en la mesa de negociación.

Es un momento de transición. La familia, tal como lo comentó Pablo Urdangarin, está atravesando este cambio de la forma más normal posible. Son cambios nuevos que desde Irene hasta el Rey Juan Carlos deben afrontar. Claro que la más afectada aquí es la Infanta Cristina, la gran víctima y quien por ahora se está llevando la peor parte.