La Infanta Elena decide callar todo lo que vivió junto al Rey Juan Carlos

La Infanta Elena es la gran aliada del Rey Juan Carlos por lejos. La hija preferida ha acompañado al Emérito en toda su estadía en Abu Dabi, sin embargo, es quien más calla ante la posibilidad del regreso definitivo del exmonarca. ¿Las razones? Aquí van algunas hipótesis.

La visita del Rey Juan Carlos ha divido a la sociedad. Entre quienes se proclaman “Juancarlistas” y quienes están a favor de un sistema republicano no hay demasiada distancia. La presencia del Emérito causa controversia, pero allí está su hija mayor reparando toda figura de familia. La primogénita al lado del padre, la fotografía perfecta.

Cuando se le pregunta a la Infanta Elena cómo ha sido el encuentro con su padre, decide callar tal como lo demuestra en el video de Europa Press. La aristócrata guarda silencio y hace caso a la advertencia del Rey Felipe esta vez, su hermano menor: todo lo que abrace a la vida privada del Rey Juan Carlos debe permanecer al máximo secretismo posible.

La Infanta Elena, la única de los hijos que acompañó de principio a fin al Rey Juan Carlos en su estadía, guarda consigo esa consigna y no revela un solo dato de su padre. Siempre fue discreta, pero esta vez es necesario serlo todavía con más precisión.

Es claro que el deseo del Rey Juan Carlos es permanecer en España. Lo envió por diversos amigos “Juancarlistas”, que seguramente beneficiados por el jolgorio del tiempo de monarquía bajo su nombre, recibieron algún que otro privilegio. Pero el Rey Felipe lo tiene bien identificado, la presencia de su padre confunde, genera polarización y no es saludable al legado que intenta plasmar, al menos para su hija.

El Rey Felipe y la Infanta Elena no tienen la misma misión. Lógico es que su comportamiento se ajuste a las misiones de cada uno. Por ahora, la Infanta Elena es la custodio de los secretos de su padre, el polémico Rey Juan Carlos, que no hace más que causar alteración en la tarea fina de Don Felipe y Doña Letizia.