LADY DI

Los desplantes de Lady Di que la Reina Isabel jamás le habría perdonado

La Princesa siempre mantuvo su originalidad.
sábado, 28 de mayo de 2022 · 05:30

La historia de Lady Di es posiblemente una de las más adoradas en la realeza de todo el mundo, sobre todo porque ella marcó un antes y un después dentro de los miles de secretos que se guardaban en la Monarquía británica, y alguna vez hasta se animó a dejar en evidencia a la Reina Isabel.

La imagen de la Reina Isabel es la más intachable entre los miembros de la corona de Reino Unido, pero aún así Lady Di se caracterizó por ser diferente a todos los miembros de la realeza y a marcar por mucho tiempo su labor humanitaria y sobre todo a saltar el protocolo monárquico.

En muchas oportunidades, esto puso completamente nerviosa a la Reina de Inglaterra, la mayoría de las mujeres solo se concentraban en guardar a la perfección los votos que ya estaban escritos y supervisados con anterioridad, pero Lady Di no quiso hacerlo. Todas le juraban obediencia a sus maridos, y ella jamás le juró eso al Príncipe Carlos, algo que dio mucho de qué hablar.

Por otro lado, desde la realeza se exige que los anillos de compromiso sean elegidos y armados a la medida, Lady Di prefirió un anillo de compromiso de un catálogo de la colección de la joyería Garrard. Tampoco podemos obviar el caso de que en la realeza todos los niños mantienen una educación en casa o en institutos privados de alto nivel social, y que ella quiso que tuvieran una infancia lo más parecida a la realidad de otros niños. El Príncipe Guillermo se convirtió en el primer infante de la monarquía que asistió a una escuela pública, lo que desató el escándalo con la Reina Isabel.

Lady Di también se opuso a la formalidad que marcaba ser parte de la realeza. Ella, a diferencia de la Reina Isabel, aceptaba las flores que le enviaban o le obsequiaba la gente por donde pasaba, también hablaba con las personas y las abrazaba. Pero lo que más llamaba la atención era que, cuando se trataba de niños, se les acercaba y agachaba para estar a la altura de ellos.

En ese momento, la tradición era que todos usaran guantes, Lady Di sin embargo no lo hacía, a ella le gustaba darle la mano a las personas y aseguraba que aquel accesorio no se lo permitía con naturalidad. Diana Spencer tampoco seguía las reglas de sentarse, prefería las posturas cómodas ante todo, rompiendo así con los protocolos.