Ayer, tras varios días de actos oficiales por separado, los Reyes estuvieron juntos en el Palacio de la Zarzuela para presenciar una reunión de la comisión delegada de la Fundación Princesa de Girona; para la ocasión, la Reina Letizia se decantó por un atuendo bastante sobrio, atemporal, de chaqueta tipo americana que fue muy elogiado por los especialistas en moda.

Atrás quedó aquel vestido en color fucsia de la firma valenciana Serendipia con estilo "cut out" que provocó los suspiros y no precisamente porque una vez más se haya saltado el Protocolo Real, por el contrario, con esta importante apuesta se pudo comprobar que Su Majestad siempre tuvo una importante prioridad además de enaltecer a la Casa Real: cuidar su físico.

En reiteradas ocasiones trascendió en la prensa que la Reina Consorte siempre se decantó por realizar deportes y llevar una dieta un tanto estricta que, incluso, se habría extendido para toda la Familia Real: "Les invito a que comprueben las bondades de la dieta mediterránea que, como saben, es más que un patrón alimentario, es una forma de vida también", expresó en un acto oficial.

Cabe destacar que la Reina Letizia se encarga de promulgar el consumo de alimentos naturales sin componentes ni aditivos, de hecho, tiene un gran huerto en su casa que se encarga de cuidarlo personalmente. No obstante, las lecciones nutricionales de la madre de la Princesa Leonor no fueron bien vistas por los profesionales de la salud, quienes no están de acuerdo con la dietas restrictivas.

Los tres errores que la Reina Letizia debería soltar: la dieta Perricone, Kombucha y eritritol

La dieta Perricone fue diseñada por el médico Nicholas Perricone con un solo objetivo: que sea un régimen ideal "antiage" donde se restringen los azúcares y se prioriza la ingesta de proteínas: "Esta dieta promete resultados casi milagrosos en 28 días, desde una piel más firme y luminosa como una pérdida de peso de entre ocho y diez kilos. Esto la acerca al concepto de dieta milagrosa y puede frustrar a las personas que la siguen y no obtienen estos resultados", explicó la especialista Concepción Martínez.

Según lo informa El Español, otra de las "obsesiones" de la Reina Letizia sería la kombucha, "bebida fermentada de ligero sabor ácido obtenida a base de té endulzado". Se trata de uno de los probióticos más elegidos a nivel mundial, sin embargo, aún no habrían resultados científicos que avalen su eficacia para el organismo.

Por último, pero no menos importante, es el eritriol, "endulzante natural con pocas calorías", si bien no hay investigaciones que refuten su bajo valor calórico y está aprobado por Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, el consumo en gran medida demostró "tener perjuicios para la salud como la evolución de la microbiota intestinal", así como también una ralentización del correcto funcionamiento del sistema digestivo.