El próximo 22 de junio será una fecha clave para la Casa Real española. Un día de grandes definiciones, sin dudas. Una jornada en que varios velos se remontarán y en la que quedarán al descubierto las verdades y las sensaciones antes ocultas, o bien, veladas. Ha llegado la hora de desvelar las verdaderas intenciones entre las partes. Y eso, en resumen, es parte de lo que pasará la semana que viene. La Familia Real de Noruega, encabezada por el Rey Harald, estaría sumamente disgustada con el Rey Felipe y la Reina Letizia por lo que consideran un grave insulto. Y, por ello, ya habrían tomado medidas serias.

Venganza. Así es como podría titularse la decisión que el monarca vikingo y su esposa, la Reina Sonia, han tomado en las últimas horas y que, además, han dejado saber en momentos de gran expectativa para los Reyes españoles. Los royals nórdicos hicieron públicas sus intenciones de agasajar al Príncipe Alberto y a su esposa, Charlène de Mónaco. Será en la fecha mencionada al comienzo del artículo.

El anuncio del Rey Harald tiene lugar tan solo días después que el Rey Felipe y la Reina Letizia confirmaran que no asistirían a la cena de cumpleaños de la Princesa Ingrid Alexandra, en Oslo. Una cita postergada por la pandemia desde enero, mes en que la joven, que además es ahijada de Felipe VI, cumplió 18 años.

No sería casual la elección del monarca vikingo y de la familia de Charlène de Mónaco y su esposo. Debemos recordar el entredicho entre los titulares del Principado monegasco y la Casa Real española que generó una profunda y, dicen, insalvable enemistad. Una tensión que llegó a provocar el desplante de los Reyes españoles a la boda de Alberto II y Su Alteza Serenísima.

El vínculo entre las Familias Reales

La relación entre las Casas Reales de España y de Noruega es especial. Se remonta a la adolescencia de la Reina Sofía, madre del Rey Felipe, cuando creyó poder ser la primer monarca de su época en casarse por amor. Su decepción fue gigante cuando el dueño de su corazón se lo devolvió hecho trizas y le confesó amar a otra mujer. Ese hombre fue el Rey Harald, amor platónico de la Emérita.

A pesar de ese triste momento, las familias royals mantuvieron un vínculo muy estrecho, que desembocó en la elección de Don Felipe como padrino de una de las hijas del Rey vikingo. Hoy, con las decisiones de los nuevos ocupantes del Palacio de la Zarzuela, muchos piensan que podría haber un antes y un después.