Paloma Barrientos confirma lo que era un secreto a voces sobre la Princesa Leonor y la Infanta Sofía

Como la mayoría sabe, el Rey Felipe fue el único miembro de la realeza española que presidió la cena gala por el cumpleaños número 18 de su ahijada, Ingrid de Noruega, que se convirtió en la gran reunión de la realeza europea de los últimos años. Si bien la Reina Letizia y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, también estaban invitadas a esta importante celebración que ofrecieron Haakon y Mette-Marit de Noruega en honor a su primogénita, se desconoce la razón por la que no asistieron.

A raíz de esto, Paloma Barrientos se pronunció a través de su columna periodística para "Vanitatis" y confirmó lo que era un secreto a voces sobre las hermanas: no habrá posibilidad de ver a la Princesa de Asturias ni a Sofía de Borbón vestidas de gala desenvolviéndose sin supervisión materna.

La ausencia de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía vuelve a marcar la diferencia porque así lo quiere la Reina Letizia.

Tras estas palabras, la licenciada en Ciencias de la Información, Ciencias Políticas y Sociología señala a sus lectores que es muy importante este tipo de fiestas reales pese a que "pueden parecer anacrónicas", pues no debemos olvidar que también está la parte institucional de representación.

En ese sentido, la comunicadora resalta que la heredera noruega "será reina igual que Leonor de España" y, en efecto, manifiesta que aquella "invisibilidad" podía entenderse cuando las hijas de los Reyes de España eran niñas y es por esta razón que ahora desaparece la opción de ver cómo se maneja la Heredera al Trono Español en este tipo de festividades.

Finalmente, Paloma Barrientos destaca que la celebración de Ingrid de Noruega le recuerda al crucero por el Mediterráneo que solía realizar la fallecida bisabuela de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, la Reina Federica de Grecia, quien organizaba una especie de "viaje turístico" a bordo del barco familiar llamado "Agamenón" con la intención de ejercer sus dotes de casamentera.

La realidad era que la bisabuela de la Princesa de Asturias tenía interés en facilitar los encuentros entre los hijos casaderos de las casas reinantes europeas, algo que no quieren ni Leonor ni Sofía.