VICTORIA FEDERICA
Victoria Federica, la innegable prueba de que es la nieta preferida del Rey Juan Carlos
La joven influencer y el Emérito no pueden ocultarlo.Victoria Federica ha sido uno de los personajes más llamativos de la corona española en el último año, convirtiéndose casi en el personaje más popular de la familia real y en la primera Royal influencer española. La hija de la Infanta Elena guarda un fino carácter, pero a la vez mantiene una fuerte convicción hacia su familia. Es la nieta adorada del Rey Juan Carlos y, precisamente, de él ha heredado no solamente rasgos en la personalidad sino también varios aspectos físicos.

La revista “Vanitatis” ha difundido una imagen de la juventud del Rey Juan Carlos en la que se observa el gran parecido físico con su nieta de 21 años. En la imagen se puede comprobar que Victoria Federica guarda un cercano parecido con su abuelo en la forma de sus labios en el rictus y en la expresión a la hora de sonreír.

Sin embargo, hay dos aspectos en los que Victoria Federica dista del gran parecido con su abuelo, la forma de sus ojos, un poco más agrandados y el color de su cabello típico en los Borbón.
“El surco nasolabial, que es casi idéntico en ambos. La nariz también es muy parecida, con unas aletas y una forma muy similares. El tamaño de la frente también se parece, al igual que la forma de las cejas; que actualmente las mujeres dejan bastante más pobladas, lo que les asemeja aún más. Lo que no ha sacado Victoria Federica del Rey Juan Carlos es la forma de los ojos, pues la joven los tiene bastante más grandes. Tampoco el color de pelo típico de los Borbones, el rubio que lucía su abuelo, su tío y sus primas siendo jóvenes”, reza la mencionada revista en una comparación de fotografías del Emérito y su nieta.

La comparación con el Rey Juan Carlos
Aunque todos sabemos que para el Rey Juan Carlos, las comparaciones son odiosas, pues nunca ha querido que su descendencia tenga rasgos parecidos a él, la similitud en el aspecto físico de la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar con la del emérito en su juventud es innegable, y es uno de los aspectos por los que, en medio de su gran distancia geográfica con su familia, se sentiría muy orgulloso.