REY JUAN CARLOS

El Rey Juan Carlos y la Infanta Cristina, otra vez salpicados por el escándalo

Un dato recientemente revelado los compromete seriamente.
lunes, 20 de junio de 2022 · 10:24

Tic, tac, tic, tac, tic, tac. Algo suena muy raro aquí. ¿De dónde proviene ese extraño sonido? Parece familiar. Y “familiar” no es una palabra que guste demasiado últimamente a los implicados en esta historia. ¿Acaso el ruido viene desde dentro de algún bolso? Revisan, pero allí no hay nada. Abren las puertas de los armarios, los cajones. Tampoco, nada. Posan su oreja sobre las paredes de sus casas y el volumen aumenta. Pero allí no hay absolutamente nada. Es imposible. A donde sea que vayan, el “tic tac” los acompaña. Entonces, hacen clic. Si ellos se mueven y el sonido los sigue, ¿serán acaso sus celulares? ¡Incorrecto! El Rey Juan Carlos y la Infanta Cristina buscan respuestas sin éxito y el sonido que los acompaña a todas partes no es otro que el tiempo que faltaría para que las respuestas los encuentren a ellos.

Son una bomba de tiempo, dicen los que se dicen especializados en materia judicial que, hace poco más de una semana, han visto aparecer en televisión a un juez muy conocido por la Casa Real española. Y es que se trata de José Castro, el magistrado que ha investigado y condenado a Iñaki Urdangarin por el Caso Nóos. Y lo que ha dicho en laSexta se ha oído hasta en Abu Dabi en la habitación del Emérito.

Iñaki Urdangarin, exesposo de la Infanta Cristina, junto al Rey Juan Carlos. (Foto: MARCA)

Todo lo que dijo Castro, y que preocupa profundamente al Rey Juan Carlos y a la Infanta Cristina, fue dicho en el marco de la presentación de su libro “Barrotes retorcidos. Memorias de un juez”. Y así, mientras hablaba de su publicación, el periodista le remontó a aquel escándalo que terminó con la intervención del Rey Felipe quitando sus títulos nobiliarios a su hermana y a su esposo, y con el Emérito también salpicado, como ya venía siendo su costumbre.

“Yo, a partir de un momento determinado, entendí que el señor Urdangarin no pudo, bajo ningún concepto, defraudar un dinero público, sin la colaboración indispensable de su suegro y de su esposa”, confesó el juez sobre la responsabilidad que les habría pesado al Rey Juan Carlos y la Infanta Cristina. Acusaciones graves que, más allá de no generar la reacción de algún órgano judicial, afecta aún más la imagen de ambos miembros de la Realeza, ya bastante sumidos en sus propios problemas.

El día que la hija del Rey Juan Carlos, la Infanta Cristina, traicionó a su marido. (Foto: El País)

Antes de terminar la entrevista, José Castro explicó por qué solo pudo investigar y condenar a Iñaki Urdangarin, y no al Rey Emérito y a la hermana del Rey Felipe. “Investigar a quien por ley está por encima de la ley es hacer el ridículo y no sirve absolutamente para nada", dijo y ha hecho especial hincapié en que "había datos".

El caso Nóos

El escándalo estalló en 2010, cuando el juez José Castro, que se encontraba investigando otro hecho de corrupción, separó las investigaciones y se enfocó en Iñaki Urdangarin, que entre 2004 y 2006 era el presidente del extinto Instintuto Nóos, una fundación “sin ánimo de lucro” para el estudio estratégico de patrocinio y mecenazgo, además de investigación aplicada.

Castro detectó ciertas irregularidades tendientes a acuerdos firmados entre el instituto y entidades públicas por millones de euros. Una de estas operaciones que llamó la atención del magistrado fue la organización de un evento internacional de turismo por la que Urdangarin recibió una suma de 1,2 millones de euros.

Un evento que duró tres días y cuya repercusión fue prácticamente nula. También se detectaron convenios para la realización de obras como el Polideportivo Palma Arena, que costó más de 110 millones de euros siendo que el presupuesto se fijó en 43 millones de euros. Siendo el Instituto Nóos una fundación “sin ánimo de lucro”, su participación en este tipo de cuestiones parecía exceder su propia misión.

Y así, en 2017, Iñaki Urdangarin fue condenado a 6 años y 3 meses de cárcel, 7 años y un mes de inhabilitación especial y a abonar una multa de más de 500 mil euros. También fue condenada su esposa, la Infanta Cristina, pero solamente a pagar una multa de poco más de 265 mil euros.