Charlène de Mónaco volvió a sorprender a todos

Si hay princesas que han luchado por conseguir lo que deseaban, una de esas, sin dudarlo ni un segundo, es Charlène de Mónaco. Tanto luchó, que hasta venció a la muerte que la mantuvo bajo amenaza durante casi un año. La esposa del Príncipe Alberto hoy se encuentra de pie y camina a paso firme lo más que su salud le permite y, principalmente, por sus hijos, los mellizos Jacques y Gabrielle, de siete años apenas.

La recuperación de Su Alteza Serenísima es evidente, pero no inmediata. Se la ha podido ver en el Gran Premio de Fórmula 1 que se realizó en su país, muy brillante y de semblante envidiable. Pero que la imagen no engañe a nadie. Falta mucho para recuperar a la vieja Chalène.

Y, a pesar de todo, de la lucha constante para recuperar su salud para hacerle frente a los rumores de ruptura matrimonial, para descartar cualquier hipótesis de acuerdos y convenios oscuros y temibles, Charlène de Mónaco se ha mostrado por segunda vez en menos de un mes en un evento público. Y su foto está dando que hablar al continente entero.

Chalène y su esposo, el Príncipe Alberto, han asistido este último fin de semana al Festival de Televisión de Montecarlo. Su presencia no pasó para nada desapercibida. Fue un ejemplo para quienes buscan reponerse de la adversidad, pero también para los amantes de la moda. Y es que el look que eligió. ¡Qué look! Por favor. Nadie puede superar en esto a la sucesora de Grace Kelly, quién mejor que ella podía continuar con su legado.

Charlène de Mónaco lució un espectacular vestido de Lavin,  verde esmeralda, que hacía juego con sus ojos, con diseño de escote y bajo asimétricos, rematado con un volante. Una prenda que no baja de 3000 euros. Remató su imponente “look” con brazaletes de oro y diamantes y pendientes en forma de cascada. ¡Insuperable!

La Princesa Monegasca realmente ha dejado a todos deslumbrados y contando euros de sus billeteras y cuentas bancarias para correr a comprar eso mismo que usó la más querida de todas. Su Alteza Serenísima, la más auténtica y querible de todas las royals: Charlène de Mónaco. ¿O acaso Mónaco de Charlène?