REINA SOFÍA

La Reina Sofía no pudo lograr su foto más deseada

La Emérita no puede evitar viajar al pasado.
miércoles, 22 de junio de 2022 · 09:30

Es un hecho. La Reina Sofía está de vuelta y es para quedarse. Luego de superar un cuadro leve de COVID-19, la madre del Rey Felipe ha regresado a la actividad la semana pasada –aunque no guste a la Reina Letizia-, mostrando una de sus facetas más destacadas, la de protectora del medio ambiente. Ha compartido con una decena de voluntarios, charlando de todo y recogiendo basura, coronando así un regreso soñado.

Este último martes fue especial para la Reina Emérita. Junto a la Reina Silvia de Suecia, ha inaugurado en Salamanca el Global Summit Neuro 2020/2022, un encuentro internacional organizado por la fundación que lleva su nombre y la Fundación CIEN, en el que se promueven la investigación de enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer, algo que ha tocado muy de cerca a Doña Sofía. Recordemos que la madre de su prima, Tatiana Radziwill, padeció esta patología.

La Reina Sofía junto a la Reina Silvia en la apertura del encuentro. (Foto: Casa S.M. el Rey)

Pero la ocasión es realmente especial para la Reina Sofía por otras razones. Y es, justamente, el recuerdo que le viene a la mente, lo que no olvida o se niega a olvidar. Se trata de un momento que ocurrió en 2017, durante el acto de conmemoración de los 40 años del organismo. De aquella vez, la Emérita guarda una foto que no se volvió a repetir y guarda para sí las lágrimas derramadas por las palabras de su hijo, el Rey Felipe.

Al igual que este año, la esposa del Rey Juan Carlos ofició de anfitriona, como hace cinco años. Pero ayer estuvo más sola de lo que esperaba, a pesar de la compañía destacada de la Reina Silvia. A Doña Sofía la dejaron sola. Ni su hijo la acompañó en lo que, se sabe, es uno de los momentos más especiales del año para ella. Hasta la Reina Letizia le había hecho compañía a su suegra, y hasta cariñosa se mostraba. Pero nada de eso ocurrió este martes.

La Reina Sofía, acompañada de su familia, en 2017. (Foto: Gtres)

La foto antes de ingresar al evento fue similar pero distinta. Las poses son idénticas, la fachada es la misma, pero las personas son otras, no son cercanas ni familiares. Responden, únicamente, al protocolo que debe seguir cualquier miembro de la Realeza. La Reina Sofía gozó de un teatro lleno, pero se sintió vacía.

Las lágrimas que atesora

 El 2017 fue doblemente especial para la Reina Sofía. Además de contar con la presencia del Rey Felipe y la Reina Letizia, el gesto fue valorado porque ese mismo día la pareja real celebraba un aniversario más de matrimonio.

Y, más allá de su presencia, fueron las palabras de su hijo las que lograron emocionar a Doña Sofía. Un llanto de alegría, de orgullo, de saber reconocida toda su labor.

“Este aniversario pone de relieve vuestra humanidad y vuestro compromiso con las personas más desfavorecidas. Y gracias de corazón, por el gran ejemplo que todo ello supone y en nombre de tantas personas que a lo largo de todos estos años han sentido de cerca esa ayuda y ese apoyo -no solo en lo material”, fueron las palabras del Rey Felipe, que hicieron brotar las lágrimas de su madre, la Reina Sofía, que hoy atesora como el recuerdo más valioso de lo que fue y que –quizás-, no volverá a ser.

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