Naturalidad. Jovialidad. Mucho humor y nada de miedo a los rígidos protocolos es lo que la Reina Máxima de Países Bajos y su familia han demostrado en lo que fue su sesión de fotos por la llegada del verano. Un momento bastante particular. Un escenario y un montaje y ambiente que parece imposible de repetir por la Reina Letizia y los miembros de la Familia Real.

Máxima de Holanda y Guillermo de Orange-Nassau no han tenido problemas en mostrarse risueños y cariñosos entre ellos. Se han entregado a las cámaras en el Palacio de Noordeinde. Y esta fue la primera ruptura del protocolo cometida por la familia holandesa, ya que esta sesión de fotos se realizaba tradicionalmente a mediados de julio en el Palacio de Huis ten Boch.

¿Por qué es imposible imaginar a la Reina Letizia, al Rey Felipe y a sus hijas en una escena similar? Los protocolos de la Casa Real española son sumamente estrictos. A tal punto que, recientemente, ha quedado al descubierto la censura de uno de los gestos más bonitos de Doña Letizia en el último tiempo. Un abrazo que la Consorte del Rey Felipe no debió dar durante una reunión con la Asociación de Enfermedades Raras o Poco Frecuentes que tuvo lugar en el Palacio de la Zarzuela, y que fue recortado posteriormente por el equipo de comunicación real, como se puede ver en la publicación que ellos mismos realizan en YouTube.

Se sabe, además, que los Reyes de España no tienen muy buena relación con los medios, mucho menos sienten afinidad alguna por las cámaras de fotos. Todas las imágenes que vemos de ellos son muy, pero muy, cuidadas. Casi que arregladas de antemano. No hay lugar para la improvisación, mucho menos para naturalidades.

Y si alguna duda queda, solo basta repasar las imágenes de la última reaparición de la Princesa Leonor, en donde, pese a tratarse de una salida familiar, nunca dejaron de lado la “correctitud” y rigidez a la hora de dejarse fotografiar ante las decenas de paparazzis que fueron avisados por la propia Casa Real de la presencia de la Familia Real en Teatros de Canal.

Una sesión para el recuerdo

Más allá de la naturalidad que han demostrado la Reina Máxima y el Rey Guillermo de Países Bajos, llama la atención su postura casi adolescente, demostrando sin problemas el amor que se tienen entre ambos. Ninguno de ellos puede contener la risa y ambos comparten miradas tiernas y cómplices que dan fe de ese cariño genuino. Algo poco habitual en miembros de la Realeza y que, en el caso de la Reina Letizia y el Rey Felipe, quizás haya que remontarse a su época de príncipes de Asturias.

Por supuesto, no podemos dejar de hablar del “look” de Máxima de Holanda, quien ha lucido un vestido verde claro estampado, de la marca Altuzarra. Un diseño de bajo asimétrico, cuello redondo con nudo, mangas largas, lazada a la altura de la cintura y print gráfico. Todo esto sumado a una melena suelta con ondulaciones y un maquillaje muy natural.

¿Será realmente imposible que Doña Letizia se anime alguna vez a salirse de los protocolos junto al Rey Felipe y sus hijas para una foto para el recuerdo?