Dicen que los polos opuestos se atraen. Y es quizás lo que pasa en esta particular situación entre dos de las jóvenes royals más destacadas de Europa. Amigas y compañeras en el prestigioso UWC Atlantic College, cada una muy distinta la una de la otra, aunque eso no impediría la genuina amistad que las une. Hablamos de la Princesa Leonor de España y de la Princesa Alexia de Países Bajos.

Agua y aceita, el sol y la luna, dos elementos que no deberían juntarse y que, sin embargo, deciden hacerlo de todos modos; preocupe a quien preocupe. Se dice que la relación, por más inocente que sea, no gustaría para nada a la Familia Real, en especial a la Reina Letizia. Y llama la atención, teniendo en cuenta la entrañable relación que existe entre ella y la madre de la jovencita neerlandesa, la Reina Máxima.

Tanto la Princesa Leonor como la Princesa Alexia comparten entorno, edad y hasta idioma, ya que la joven de Países Bajos habla un fluido español gracias a su madre. Sin embargo, están llamadas por sus Casas Reales a cumplir de modos distintos con sus responsabilidades, incluso en niveles de importancia. Mientras a la primogénita de los Borbón le espera la Corona y la Jefatura de Estado, a la segunda de las Orange le quedarán a su cargo una que otra representación oficial, pero no mucho más que eso.

Son las diferencias que deberían separar a Leonor de Borbón y a Alexia de Holanda las que, en cambio, parecen unirlas mucho más. Y es que son varias pero, si se analiza con algo de detenimiento, cada una podría complementar a la otra en diversos sentidos.

Arrancando desde su partida de sus respectivos países, fue diametralmente opuesta para ambas. El viaje de la Princesa Leonor a Gales estuvo muy cuidado. Ambiente familiar, fotos de abrazos y emoción antes de abordar el vuelo y publicación en cuentas oficiales de la Casa Real. La Princesa Alexia, en cambio, fue capturada por paparazzis con una postura bastante más liberal, vestida de vaqueros rotos y llevando a cuestas una guitarra. Toda una rockera juvenil que se lanza a la aventura. Opuestas.

Otro ejemplo de las diferencias entre ambas es la participación de la royal neerlandesa en acontecimientos del ámbito escolar y externos a este. Mientras la hija de la Reina Máxima no ha tenido problemas en participar de manifestaciones contra el cambio climático o de lucir lencería delante de sus compañeros de instituto en una fiesta por la Queer Week –cuestión que fue ampliamente criticada por los medios de Países Bajos-, la hija de la Reina Letizia prefiere mantenerse al margen o, directamente, no formar parte de ninguna publicación que pueda exponerla. Se dice que esto es una orden de su madre.

En el aspecto académico, también son distintas. La Princesa Leonor es aplicada –por naturaleza o por presión- a comparación de su amiga la Princesa Alexia, quien se permite algún que otro desliz faltando a algunas clases con la excusa de acompañar a su familia en actos aparentemente intrascendentes.

En lo que a apariencia respecta, la segunda en la línea de sucesión de Países Bajos lleva la delantera. Es arriesgada, le gustan los colores vivos y la indiscreción es su segundo apellido. La heredera española, en cambio, guarda un especial cuidado para no llamar demasiado la atención. De hecho, este último sábado por la noche la hemos visto salir del teatro junto a la Familia Real con un “look” más bien adulto, muy lejano a sus 17 años.

Podríamos animarnos a decir, entonces, que más que agua y aceite la Princesa Alexia es como hielo para la bebida cola de la Princesa Leonor. Un ingrediente que la ayuda a estar más fresca en un ambiente que no hace más que cocinarla a fuego lento para un rol que no sabemos si realmente es su deseo ocupar. Un complemento necesario o, más bien, oportuno.

La única coincidencia

Quizás hay solo una coincidencia que comparten la heredera al trono español y la segunda de las Orange. Algo en común que no es, precisamente, una razón de festejo. Se trata más bien de una fecha o de un acontecimiento. Tal vez –y esto no podemos saberlo- una elección. Solo sabemos que ambas no estuvieron allí. Y más que eso no podemos encontrar de común entre ellas más allá de la simple conclusión de que son royals de nacimiento.

Lo único que une hasta ahora a la Princesa Leonor y la Princesa Alexia es su desplante a la Princesa Ingrid Alexandra de Noruega, a cuya cena de cumpleaños no asistió ninguna de las dos. No sabemos si porque no estuvo entre sus deseos hacerlo o por algún compromiso mayor. Lo que sí sabemos es que ambas se encontraban libres en el momento en que el último evento más importante de la monarquía europea tuvo lugar, ya que se habían liberado ya de sus estudios en el UWC Atlantic College.

¡Qué coincidencia! Esperemos que los Reyes de Noruega no se enfaden por esto e inviten a un agasajo a algún enemigo no declarado de la Corona de Países Bajos, como les pasó al Rey Felipe y a la Reina Letizia con Charlène de Mónaco.