El romance que solo provocó angustia en el Rey Felipe

Nunca le perdonará el Rey Felipe a su padre lo que descrubrió a principios de los años noventa: las revistas Point de Vue y Occhi fueron lapidarinas y publicaron el romance que solo trajo drama y angustia a la Familia Real. Fue una de las relaciones más prolongadas de Juan Carlos I y su nombre es Marta Gayá.

A través de las páginas de las revistas francesas e italiana, el Rey Felipe se enteró de la infidelidad de su padre, el Rey Juan Carlos: junto a su madre Sofía vivieron los momentos más duros de los pasillos de la Zarzuela y fue cuando se enteraron que se conocieron en el Club de Mar de Mallorca.

Los rumores del romance prohibido que marcó para siempre a la familia del Rey Felipe habían empezado a correr por las redacciones de los medios españoles: la crisis del Gobierno de Felipe González desveló una notoria ausencia del rey emérito, cuya firma era necesaria para el nombramiento de ministros.

El padre de Felipe VI no pudo disimular más: se dijo que estaba en Suiza, descansando, pero la realidad es que estaba con su compañera sentimental, tal como la denominaba la prensa extranjera, a Marta Gayá. Y fue entonces cuando Gayá apareció en una portada española bajo el titular "La dama del rumor".

Ni el Rey Felipe ni sus hermanas, Elena y Cristina, estaban al tanto de un rumor que fue cobrando cada vez más fuerza hasta que Gayá empezó a viajar al extranjero para sus encuentros con Juan Carlos: hija de un reconocido empresario inmobiliario de la isla, tiene hoy 74 años.

¿Qué es lo que ha enamorado a Juan Carlos de Marta? Hacen hincapié en el buen gusto, calidez y generosidad, y su lealtad con su círculo de amigos. Curiosamente, se la ha visto en bodas como la de Martina Jáudenes, ahijada de Felipe VI, o en la fiesta de verano que celebran todos los años los Völkers. Ya distanciada del Rey Emérito, su relación solo ha causado dolor a Zarzuela y destapó un conflicto que hasta el día de hoy no ha sanado.