Tanto aislamiento, ¿para qué? No dio resultado. Y pasó ante sus propios ojos y, sin embargo, no lo vio. O no quiso ver lo que el tiempo estaba guardando para ella, a pesar de todos sus intentos. Después de todo, y según cree mucha gente, el destino de todos ya fue escrito mucho antes de dar el primer respiro. ¿Acaso será lo que en este momento ocurre con la Infanta Sofía? La Reina Letizia estaría furiosa, según dicen. Y tiene que ver con uno de los familiares polémicos del Rey Felipe. Se trata de su sobrina, la más amada y odiada, la única: ella es Victoria Federica.

De nada habría servido la supuesta estrategia de Doña Letizia para alejar a sus dos hijas de lo que ella considera “malas influencias”. Entre ellas estaría la hija de la Infanta Elena, quien además goza de la gracia de ser la nieta preferida del Rey Juan Carlos, otro personaje que no es del agrado de la Reina Consorte.

Algo hizo la Infanta Sofía que ha logrado encender todas las alarmas de la Casa Real. Algo que ya había hecho alguna vez Victoria Federica. Y no. Afortunadamente no tiene que ver con escándalos. Nadie duda que sería imposible que algo así pase –por ahora- y que la Reina Letizia no dudaría ni un segundo en desheredar a la menor de las Borbón. La hermana de la Princesa Leonor se ha copiado de su prima hermana más polémica. Y, hasta hoy, había pasado completamente desapercibido.

Si todavía no se te viene a la mente qué es lo que hizo la joven Sofía, quizás habría que mirar con mayor atención. Son sus manos. Ahora a afinar la vista. Son sus uñas. ¿Dónde se habían visto uñas así antes? Pues, sí. Victoria de Marichalar y Borbón.

La foto que lo revela fue tomada el pasado fin de semana, en la primera aparición pública de la Princesa Leonor desde su regreso a España desde Gales. Fue saliendo de Teatros de Canal, a donde asistieron en familia a ver una obra de María Pagés.

La Infanta Sofía ha osado emular a Victoria Federica y esto habría enfurecido en niveles pocas veces visto a sus padres, pero en especial a la Reina Letizia, quien habría dedicado cada minuto de su vida a evitar cualquier influencia que atente con la imagen que ella quiere dar de sus hijas. Impolutas, alejadas de cualquier situación que pueda malinterpretarse.

El mayor miedo de la Casa Real

Para entender la indignación de la Casa Real, primero se debe comprender que, como institución, no solo está compuesta por los Reyes de España y su familia. Se trata de toda una estructura milenaria cuyo principal objetivo es el respeto de las tradiciones y protocolos que han pasado de generación en generación. Un respeto extremo que ha llegado al punto de demandarle a la Reina Letizia –antes de su boda real- a borrar un tatuaje realizado en una zona oculta y de difícil acceso de su cuerpo, un recuerdo de su juventud y época de estudiante.

En este sentido, temen que la acción de la Infanta Sofía de emular a su prima Victoria Federica podría desembocar en otras decisiones consideradas “no adecuadas” por la Corona. Tatuajes, sin dar más vueltas. Y la nieta preferida del Rey Juan Carlos tiene al menos seis de ellos y uno, incluso, en honor al Rey Emérito.

¿Acaso la Casa Real prepara medidas preventivas más duras con la menor de las Borbón?