LA REINA SOFIA

A medio siglo de uno de los días más felices de la Reina Sofía

Cinco décadas pasaron de lo que todavía se recuerda como la vez que la entonces Princesa conquistó para siempre el corazón de toda España.
domingo, 5 de junio de 2022 · 07:08

A caballo. De pelo recortado hasta mucho antes de los hombros. Vestido rojo a lunares sobre una camisa blanca hermosísima. Con un look inolvidable y un semblante de innegable de felicidad y goce. Así es que recuerdan incluso hoy los habitantes de Huelva (Almonte) el día en que la Reina Sofía, para ese entonces todavía Princesa Consorte, formó parte de la Romería del Rocío y fue nombrada Hermana Mayor de la Virgen.

En junio de 1972, y sin el Rey Juan Carlos a su lado, Doña Sofía lució una sonrisa de esas que casi no se le recuerdan. Ese día –aseguran quienes pudieron verla y hasta incluso tocarla- fue la vez que se quedó con el corazón de los andaluces y de toda España para siempre.

La Romería del Rocío es visitada históricamente por artistas y miembros de la aristocracia. Una de las tradiciones andaluces más bellas y que reúne a miles de peregrinos de distintos puntos de la nación española. Ese día, la entonces Princesa fue una peregrina más. A caballo y en medio de una polvareda, recorrió el camino hasta llegar a posarse a los pies de Rocío, para recibir la medalla que la convertiría en hermana mayor de la cofradía.

No estuvo sola ese día. A Doña Sofía la acompañaron la infanta doña Esmeralda de Borbón y Orléans y su primo el príncipe don Ataulfo.

“Con vara de mimbre en la mano, la Princesa, rociera de honor, cruza los caminos polvorientos de la Baja Andalucía en dirección al santuario de la Virgen del Rocío”, contaba en su crónica la revista ¡HOLA!, que regaló a sus lectores hermosas postales de la que se convertiría en reina tres años después, en 1975.

“Volveré al Rocío, ese es mi deseo”, prometía Doña Sofía al finalizar la jornada en que también se honró a Juan Carlos I con el título de Hermano Mayor de la cofradía, a pesar de su ausencia, que se hizo sentir hasta 1992, cuando finalmente se hizo espacio en su agenda para asistir a la importante celebración.

Al convertirse en Reina, cumplió su promesa y regreso a Huelva. Lo hizo acompañada por las infantas Elena y Cristina, que no se separaron ni un minuto de su lado para recibir el mismo cariño.