REINA SOFÍA

El consejo que habría seguido la Reina Sofía para continuar al lado del Rey Juan Carlos

No es precisamente una buena enseñanza.
martes, 7 de junio de 2022 · 04:30

La Reina Sofía ha tolerado las peores malezas del Rey Juan Carlos, nadie puede negarlo. Lo que siempre nos hemos preguntado es ¿cómo es posible que soporte tanto? La serie “Los Borbones: una familia real” parece tener la respuesta.

Quién no sabe a estas alturas la cantidad de deslealtades con firma y autoría del Rey Juan Carlos. La quebradura de cadera en Botsuana no hizo más que evidenciar lo que era un secreto a voces, muchas veces silenciados por los propios medios de comunicación. La humillación más grande apuntaba directo a la Reina Sofía.

El tercer capítulo de la serie que documenta la vida de la familia real trae al presente un recuerdo que, si bien es ampliamente conocido, tardó mucho tiempo en salir a la luz al menos en España. Se trata de la primera vez que la Reina Sofía descubrió al Rey Juan Carlos con una mujer, apañado por sus empleados y escoltas.

La situación de encontrar por primera vez una tercera en su matrimonio inspiró a Sofía de Grecia a tomar una decisión apresurada, algo que al día de hoy es ampliamente cuestionable y que causa repudio y rechazo. Sin poder ser dueña ni de sus propios actos, la Reina Sofía aprendió la lección más grande, la cual ha cargado con una pesadísima cruz.

La Reina Sofía ha vivido en silencio las deslealtades del Rey Juan Carlos. Fuente: (foto archivos)

Ni bien comprendió lo que estaba sucediendo, Sofía tomó a sus tres hijos incluyendo al heredero de la Corona y se marchó a India donde estaba su madre. Pero el Ministro de asuntos exteriores viajó hasta el país asiático a advertirle a la Reina que volviese, pues no podía llevarse consigo al heredero de la corona.

Según Pilar Urbano, la madre de la Reina Sofía le aconsejó que una Reina o Princesa no es engañada y, de serlo, “nunca se entera”. Cuenta la periodista que la mandó de nuevo a Madrid y, de esta forma, la engañada esposa del Rey Juan Carlos obedeció al más siniestro de los deberes. Soportó humillaciones públicas, algo silenciado por mucho tiempo pero que causaría tarde o temprano el más asqueroso de los rechazos.