Desde hace casi dos años, el vínculo entre la Reina Sofía y el Rey Juan Carlos se ha visto realmente deteriorado ante la crónica social española y, por supuesto, ante los cercanos a la prensa real, que catalogan a esta pareja de la monarquía como una de las más distantes de la actualidad.

Si hay algo que desestabiliza a la Reina Sofía son los terremotos que pueden provocar el desmoronamiento de la Corona, cuyos hechos la han llevado a refugiarse en Zarzuela sin querer asomarse a enfrentar la incesante mirada de la prensa. La Corona ha sido toda su vida para la Emérita “lo único en lo que cree de verdad”.

El papel de la Reina Sofía ha apartado a su marido en el último tiempo, mientras ella ha continuado con sus labores institucionales frente a la Corona.

 Desde que llegó en 1975, Doña Sofía se dedicó a ser Reina,  disfrutó de protocolarias ceremonias, joyas legendarias y se convirtió en la sombra de su esposo, el Rey Juan Carlos por mucho tiempo; hasta que en 1992 comenzaron a sonar los rumores de deslealtad de su marido.

A los efectos actuales, los reyes ya no están juntos aunque ostentan sus cargos solo de manera honorífica desde la abdicación en 2014. Por años, esta realidad ha sido la que domina la Familia Real de España: un matrimonio oficial y de nombre, pero no para los efectos familiares ni de la Corona, una inevitable ruptura que distanciaría a los reyes de por vida. 

La Reina Sofía figura también como uno de los personajes referentes para la Princesa Leonor, la heredera del trono, quien poco a poco se adentra en los compromisos de la Corona. Así, su abuela sería la guía perfecta para ella por haber estado tanto tiempo al frente de la Monarquía como Reina Consorte.

La Reina Sofía y la Princesa Leonor

Uno de los momentos más llamativos entre la Reina Sofía y la Princesa Leonor trascendió en el último acto de la Princesa de Asturias, cuando, al terminar la ceremonia, la Familia Real estuvo departiendo con las autoridades. Nada más bajar al final del acto, por las escaleras, la Emérita se acercó a su nieta Leonor y le dio un fuerte beso y un abrazo, felicitándola por el discurso que había pronunciado unos minutos antes. Una escena de cariño que ya había repetido antes, mostrándose muy cercana a las hijas del Rey Felipe.  

La fe que sostiene la Reina Sofía se basa completamente en la Corona, aunque su papel como Emérita tenga que hacerlo sola y alejada de su marido. Actualmente es presidenta ejecutiva y promotora de la fundación que lleva su nombre desde el año 1977, en la que desarrolla iniciativas en materia de inmigración, educación, acción social y medio ambiente. En efecto, en los últimos meses su mayor compromiso se ha basado en los proyectos en conjunto con el Banco de Alimentos.