REINA LETIZIA
El lado más cariñoso de la Reina Letizia llega a las Familias Reales
Siempre es el ejemplo a seguir.Parece que todo hay que explicarlo a veces, pero las muestras de cariño suponen un permiso ocasional que muy de vez en cuando se dan las Reinas con sus propias hijas. Pero es así, aunque nos cueste creerlo. Y es la Reina Letizia quien ha comenzado a romper protocolos y se ha permitido ser cada vez más afectuosa.
Allá lejos y en el tiempo ha quedado aquella mujer fría y distante incapaz de siquiera sonreír o expresar muestras de cariño hacia sus propias hijas en actos oficiales o permitirse saludar efusivamente en actos oficiales a líderes mundiales o personas que a la Reina Letizia le toquen el corazón.
¿Corazón? Muchas veces los más acérrimos detractores han logrado poner en tela de juicio la sensibilidad de la Consorte y, aunque nos duela confesarlo, ha sido cierto: Letizia no se permitía mimos, jaleos, abrazos, besos, muecas y sonrisas por doquier como lo hace ahora.
La cumbre de la OTAN en Madrid en 2022 ha sido, sin lugar a dudas, el puntapié de una Reina Letizia fantástica en las formas: sin convertirse jamás en una moriqueta, ha tenido la capacidad de ser una inmensa anfitriona que ha saludado efusivamente al matrimonio Biden o a su querida pareja amiga de Luxemburgo, Gauthier Destenay y el Primer Ministro, Xavier Bettel.
Pero también se ha permitido la Reina Consorte de España ser mucho más cálida con sus hijas Leonor y Sofía, dejar de corregirlas todo el tiempo con miradas funestas y lacónicas, sino que ahora, quizás más sensible por los 50 años que se aproximan, también se ha permitido abrazar como nunca a la heredera al trono cuando partió a Gales o corregirla en los Premios Princesa de Girona.
Todo lo que hace la Reina Letizia, se sabe, es tendencia. Y así lo ha demostrado últimamente la mismísima Victoria de Suecia, cuando ha sido portada de los medios reales al protagonizar uno de los gestos más bonitos y humanos que se han visto en las realezas de los países nórdicos: un beso y un abrazo a la Princesa Estela. Así nos gusta más ver a las Familias Reales. Más cercanas, más cálidas, como la nueva Letizia.