Pilar Eyre llama a la reflexión tras hacer mella en el viaje de la Princesa Leonor y Sofía de Borbón

Pilar Eyre decidió deleitar nuevamente a los seguidores de la Familia Real a través de una novedosa edición de "No es por maldad", su columna periodística para "Lecturas". Allí, analizó en detalle el viaje en solitario que hicieron la Princesa Leonor y la Infanta Sofía a Londres.

De acuerdo a la escritora catalana, las hijas del Rey Felipe y la Reina Letizia presidieron la Eurocopa Femenina de Fútbol que ha enfrentado a las Selecciones de España y Dinamarca, debido al minucioso plan que tuvo su madre para "pasear más a las niñas".

Es un partido de fútbol femenino, un combo irresistible. Aunamos deporte y feminismo, ¿a quién puede no gustarle eso? Encima las hacemos viajar solas, así nos queda un finde romántico para nosotros.

Tras estas palabras, en un perfecto diálogo imaginario que se pudo haber dado entre los Reyes de España, la periodista especializada en la Casa Real explicó a sus lectores que nadie debe olvidar que es la monarca nacida en Oviedo la encargada de "dominar" tanto la agenda de sus descendientes como ser la absoluta "responsable de su educación".

A raíz de esto, la comunicadora de 70 años llamó a la reflexión a la nuera de la Reina Sofía. Pese a reconocer que es "una influencia positiva" para Felipe VI, señaló que gracias a su "blindaje" no podemos conocer el verdadero carácter de las herederas al trono de España.

Sus escasas apariciones públicas, rodeadas de fuerzas de seguridad, con la única compañía de funcionarios del Gobierno y con discursos cuidadosamente preparados no nos muestran cómo son nuestras princesas.

De esta manera, Pilar Eyre se sincera como nunca antes y reconoce que ignora hasta qué punto esta actividad en Londres acerca a la Princesa Leonor y a la Infanta Sofía a los jóvenes de su edad, es decir, a la nueva generación sobre la que va a reinar Leonor de Borbón. "Debemos darnos cuenta, y Letizia también, de que los altares están muy bien, pero para santos y vírgenes", insistió la autora de "Yo, el Rey" antes de culminar con una frase que solía decir el bisabuelo de las niñas.

El halago constante debilita. Como decía su bisabuelo, nunca un mar en calma hizo buenos marineros.