El recuerdo sobre el Rey Felipe que la Reina Letizia desearía borrar con toda su alma

Se acerca agosto y, junto con él, las vacaciones. Y con la época de descanso también afloran los recuerdos, algunas efemérides poco agradables para la Reina Letizia, ya que incluyen a su esposo el Rey Felipe y los medios no hacen otra cosa que repetir hasta el hartazgo acontecimientos del pasado.

Durante la estadía de los Reyes de España en el Palacio de Marivent, seguramente, no serán pocas las revistas del corazón que quieran mostrar una de sus tapas históricas. Una que marcó una época, que separó al entonces Príncipe de Asturias de su prolongada soltería.

Agosto siempre llega con el recuerdo de quien, dicen, fue el primer gran amor del Rey Felipe. La conocidísima Isabel Santorius. Y el modo en que este amor fue descubierto es lo que, particularmente, molestaría a la Reina Letizia.

Fue en Mallorca, hacia donde viajarán este jueves. Fue en aguas cercanas del palacio. Don Felipe y un grupo de amigos, varones y mujeres, habían decidido ir en lancha rumbo al parque natural marítimo-terrestre, donde pensaban que la privacidad estaría garantizada. Cantaron victoria antes de tiempo.

Antes de llegar a su destino, el Rey Felipe y sus amigos hicieron una parada en mar abierto para refrescarse en las aguas de la isla balear y, más tarde, tomar sol en cubierta. Nunca notaron la presencia de otra lancha, con dos paparazzis a bordo, que no dieron crédito cuando una de las mujeres que acompañaba al príncipe se encontraba a una distancia bastante sugerente.

Fue en ese instante que los fotógrafos apuntaron y dispararon. Fueron las fotos que comprobaron lo que, hasta ese momento, solo eran rumores. Don Felipe había hallado el amor, su primer gran amor. Y la elegida, que luego se supo se llamaba Isabel Sartorius, cumplía con todas las condiciones para convertirse en la Consorte perfecta.

Finalmente, la relación del Rey Felipe no prosperó, principalmente por los prejuicios de la Reina Sofía por el pasado de la familia de la joven Sartorius, sobre todo de la madre, con un pasado marcado por las drogas. Una historia de amor que no pudo ser. Una efeméride que la Reina Letizia desearía borrar con toda su alma.