Los Duques de Sussex crearon su propio mundo lejos del control absoluto de la Casa Real de Reino Unido. Se fueron de la peor manera, pero hoy parecen no lamentarlo. Viven bien, son un equipo leal y unido, y han hecho grandes amistades con las que comparten seguido cada vez que el trabajo se los permite. Algunas de esas amistades son observadas atentamente por la Reina Isabel, aseguran, pese a los grandes esfuerzos de Meghan Markle por mantener todo en incógnito.

Pero, antes de adentrarse en lo que a controles y seguimientos respecta, hay un dato que molestaría profundamente a la ex actriz estadounidense por estos días. Una información que le llegó a través de los periódicos y de la que no había tenido conocimiento hasta leerlo en los titulares.

Meghan Markle, dicen, se habría llevado una enorme decepción al enterarse, ya que asumía que el trato con quienes la rodean era cordial. Pensaban que habían logrado cierto nivel de aceptación y que, finalmente, se habían alejado de todo aquello negativo que los contaminaba en el Palacio de Buckingham, donde muchas veces fueron señalados por distintos integrantes de la Familia Windsor.

Se trata de un apodo con el que los vecinos habrían bautizado a la Duquesa de Sussex, quienes rechazarían su actitud y modo que tiene de relacionarse con sus pares. La han apodado como la “Princesa de Montecito”. Es que, además, aseguran que antes de su visita a algún sitio, envía ciertas peticiones que deben cumplirse con lujo de detalle. “Si va a Beverly Hills o West Hollywood a almorzar o cenar, llamará con anticipación y pedirá una mesa que esté completamente apartada”, reveló una fuente consultada por el medio Closer UK.

En ese sentido, esta fuente enumeró cuáles serían los lugares favoritos de Meghan Markle y el Príncipe Harry en los últimos días: Cecconi’s, Sunset Tower, Sugarfish o Lucky’s Steakhouse en Montecito, esta última una recomendación de Oprah Winfrey. También son seguidores de Nobu, el galardonado restaurante donde la cuenta puede costar miles de dólares.

Amistades en vigilancia

Aseguran que los Duques de Sussex casi no viajan a la ciudad, que se encuentra a más de dos horas de su residencia. Han preparado su hogar de tal forma que todo su trabajo pueda ser cumplido sin trasladarse largas distancias.

El barrio en el que viven es exclusivo y entre sus vecinos, a seis minutos, vive una vieja conocida de Meghan Markle y el Príncipe Harry, una de las primeras amigas ganadas en su llegada a Estados Unidos, luego de renunciar a sus responsabilidades como parte de la Familia Real. Una amistad que rechazaría ampliamente la propia Reina Isabel. Hablamos de la afamada presentadora estadounidense Oprah Winfrey.

La ex estrella de Hollywood, sobre todo, pasaría varios días de la semana -y largo tiempo- junto con la periodista que les realizó la entrevista más polémica de la historia para el Palacio de Buckingham, quizás un escalón por debajo a la conocida como “la entrevista de la venganza” otorgada por Lady Di a la BBC.