La fecha que avergüenza al Rey Felipe en su lugar preferido en el mundo

Este último sábado arrancaron oficialmente las vacaciones para el Rey Felipe, quien llegó a Mallorca para disfrutar del sol y de las aguas mallorquinas. Lo hizo en solitario, sin la Reina Letizia ni sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. A su llegada, fue directo al mar para navegar a bordo del Aifos, embarcación de la Armada de España en la que compite desde hace varios años.

Se espera que sea este domingo que el Monarca vuelva a reencontrarse con su esposa, antes o luego de que Doña Letizia presida el acto de clausura del Atlántida Mallorca Film Fest, que tuvo lugar esta semana en Palma.

Sin embargo, lo que ocuparía mayormente la atención del Rey Felipe esta semana que comienza es, ni más ni menos, que la Copa del Rey de Vela, uno de los eventos más esperados por él al ser parte de las tradiciones centenarias de los Borbón, con su padre el Rey Juan Carlos como uno de sus principales promotores.

La presencia de Don Felipe en el certamen será el sábado 6 de agosto, cuando entregue los trofeos a los ganadores de las distintas categorías. Algo que, seguramente, le hará remontarse al Monarca a sus épocas de competidor de regatas, antes de ascender al trono, y que le hará recordar un dato no muy feliz, que todavía lo atormentaría en sus sueños.

Fue en 2008, a bordo de la misma embarcación con la que surcó el mar por primera vez en meses, recién llegado este sábado a Mallorca. El Aifos, de la Armada española, festejó, el mencionado año, un enorme y único triunfo con un gran ausente en cubierta. Y se trata del Rey Felipe, que en aquella ocasión decidió participar a bordo del CAM junto a uno de sus grandes amigos, el campeón olímpico Fernando León, que le acompañó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

Un dato cuanto menos curioso, teniendo en cuenta el amor por el deporte que tiene Don Felipe y la fama que lo precede en esta especialidad, supuestamente de las grandes habilidades que se jacta toda la estirpe Borbón.