La razón por la que la Reina Letizia y sus hijas dejaron solo al Rey Felipe

No hicieron falta palabras para describir la primera foto del Rey Felipe en su llegada a Mallorca. Una imagen repetida, que alguna vez se había registrado y que, por ese entonces, nada bueno traía aparejado. ¿Un dèjá vu? La Reina Letizia y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, lo han dejado solo. ¿Triste y abandonado? Eso ya es algo que nos es imposible poder averigüar.

El Monarca español llegó a la isla balear el sábado antes del mediodía. Desde entonces, flota a la deriva sin la presencia ni de la Consorte Real ni de sus hijas principescas. Lo hace de forma literal, ya que lo primero que ha hecho es irse a navegar en el Aifos, el velero de la Armada Española con el que compite hace varios años en la Copa del Rey de regatas.

Se lo ha visto bastante sonriente al Rey Felipe, pese a la decisión de la Reina Letizia y de su prole de cambiarlo por otro hombre. Sí. El tridente femenino real ha tenido una cita que han preferido no postergar por nada del mundo, ni siquiera por el dueño de la Corona. Se han quedado en Madrid y se han encargado de que no quede ningún registro fotográfico.

Según asegura Semana, la Consorte de Felipe VI, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía han asistido al Wizink Center de Madrid. Allí hasta han entrado al camerino de su cita, un famoso artista de talla mundial. Sin más preámbulos, por quien han reemplazado al pobre Don Felipe es, ni más ni menos, que el cantante británico Harry Styles.

Compartieron varios minutos, según pudo averiguar el mencionado medio, y hasta compartieron unas bebidas con el ex One Direction, antes de iniciar su recital, único que brindó en la capital española y por el que agotó todas las entradas. No entraba ni un alfiler en el lugar.

Casualmente, no se conocieron fotos -por ahora- de ese encuentro entre la Reina Letizia y sus hijas con la estrella juvenil. Una cita, la última según dicen, por la que cambiaron al Rey Felipe antes de encontrarse con él en Mallorca, donde pasarán aproximadamente 10 días antes de unas vacaciones en un paraje privado, lejos de todo registro periodístico.