Ni el Rey Juan Carlos se atrevió a tamaño escándalo

Aquí parece que el Rey Juan Carlos es el único villano de las Familias Reales de Europa, pero nada está más alejado de la realidad. Es más, ni siquiera el padre del Rey Felipe se ha animado a protagonizar los escándalos que sí han vivido otros miembros que han manchado la imagen de la Corona.

Si hablamos del grupo que acompaña al Rey Juan Carlos en escenarios dantescos y complejos con dinero turbio de por medio, no podemos evitar hablar de Sarah Ferguson, quien, tras separarse del príncipe Andrés de Inglaterra, empezó a conceder entrevistas para hablar abiertamente de las deudas contraídas.

La ley de silencio rige a rajatabla en la vida de Juan Carlos I, quien nunca se prestaría a tamaño escarnio para salvar su pellejo por más secretos que esconda. Sí lo ha hecho Fergie, quien una vez creyó reunirse con un empresario rico, le pidió 1 millón de libras, pero todo salió por la culata. El rico empresario era un periodista de un tabloide inglés que hizo caer en la trampa a la gran amiga de Lady Di.

Hace poco veíamos al mismísimo sucesor del Rey Juan Carlos, Felipe VI, codeándose con la Familia Real Noruega. No ha tenido tantos pruritos el Rey Felipe para aceptar la invitación, cenar y disfrutar de una gala inolvidable con el Príncipe Haakon, quien ha quedado envuelto en un escándalo sin precedentes en el Palacio de Oslo. El padre de Ingrid Alexandra ha tenido que pedir perdón después de que se supiera que se había embolsado más de 155.000 euros por alquileres de manera irregular.

Más cercano al Rey Juan Carlos es lo que ha vivido Iñaki Urdangarin, su exyerno, casado con la Infanta Cristina: quien fuera jugador olímpico de balonmano vio cómo su imagen cayó en pedazos cuando se descubrió el escándalo del Instituto Noos, a través del cual, el duque de Palma percibía importantes cantidades de dinero. El Rey Felipe les ha declarado non gratos y los ha desterrado de cualquier ceremonia o acto que represente a la corona, tal como lo sufrió Juan Carlos l.

Y, por último, pero no por ello menos importante, son de público conocimiento las fiestas que realizaba Carlos Gustavo de Suecia, fiestas que quedaron al descubierto con la publicación del libro “Monarca a su pesar”. La Reina Silvia estaba al tanto de todo el escándalo que incluía a amantes, pero decidió callar. La Reina Sofía, quien también le ha hecho la cruz a Juan Carlos I, se reunió en junio sin problemas con la Reina Silvia. ¿Cuál es la vara que mide la ética y la moral en la Familia Real?