La tradición familiar que la Princesa Leonor rechaza de plano y no puede ni ver

Son nuevos tiempos para la Familia Real, y ya no hay lugar para ciertas tradiciones y herencias. De ello da cuenta la Reina Letizia, quien es la abanderada de un vínculo formado y austero que ha impuesto en la Princesa Leonor, la futura Reina de España y Jefa de Estado de una Zarzuela, muy distinta a lo que hemos conocido.

Ejemplos sobran y son muy recientes. La Reina Letizia no quiere que la Princesa Leonor crezca como una heredera de antaño, envuelta en joyas y alejada de la realidad que atraviesa el mundo. Por eso Leonor ha faltado a la gala de Ingrid Alexandra en Oslo y ha dado un discurso contundente sobre el conflicto Ucrania-Rusia.

Otro ejemplo que dice mucho es de los toros: jamás veremos a la Princesa de Asturias junto a su madre en días como hoy donde la pasión por San Fermín bulle en cada rincón de España. De hecho, ha llamado poderosamente la atención que la Reina Sofía, protectora de los animales, luciera el pañuelo rojo en su llegada a Navarra.

Pero si hay una herencia que la Princesa Leonor aparentemente tampoco piensa recibir o continuar es la afición por los certámenes de vela. "La Familia Real siempre ha sido muy importante para la Copa. Se va a celebrar la 40 edición y el Rey ha participado en casi todas ellas", explica Javier Sanz, actual presidente de la Real Federación Española de Vela.

Durante ocho años, el máximo responsable del Real Club Náutico de Palma ha reconocido lo importante que sería para el deporte la continuidad en Leonor de Borbón para que el legado no culminara en el Rey Felipe: "Seguramente uno de los factores importantes que han hecho que la Copa tenga el nivel que tiene ha sido el apoyo histórico que ha tenido siempre por parte de la Familia Real".

Pese a las buenas intenciones, lo cierto es que la Princesa Leonor al igual que la Infanta Sofía tienen simpatía por la navegación ni por nada que se le parezca: "La princesa Leonor y la infanta Sofía no se han vinculado tanto como en su día hicieron sus tías o su padre. Es verdad que durante los veranos los hijos e hijas de las infantas sí realizaron los cursos de iniciación, pero por circunstancias que desconocemos, ellas no han seguido la tradición". ¿Fin de una tradición?