REY FELIPE
La inminente revancha que el Rey Felipe preparó para la Reina Letizia
Ojo por ojo, diente por diente.
Lo dejaron completamente solo. En uno de los momentos más especiales del año, lo dejaron ir en solitario y debió arreglarse como pudo a su llegada. El Rey Felipe llegó a Mallorca este último sábado, pero no lo hizo junto a la Reina Letizia y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Ellas tenían otros planes.
La esposa e hijas del Monarca español lo cambiaron por otro hombre. Un famoso artista, cantante británico, mucho más joven que él. Han preferido pasar tiempo con Harry Styles que acompañar al dueño de la Corona a navegar por las aguas de la isla balear.
Y no es la primera vez que la Reina Letizia y su prole dejan solo con su alma al pobre Rey Felipe. El peor de los recuerdos es reciente, en ocasión de la cena en honor a la Princesa Ingrid Alexandra de Noruega por su mayoría de edad.
Un hecho histórico, este último, que ha dado muchísimo de que hablar a los diarios y matutinos de toda España y países limítrofes, que interpretaron la ausencia de la Consorte de Don Felipe y de la heredera al trono casi como un insulto y calificaron el accionar del Monarca casi como un acto heroico.
Ahora bien, no sabemos si será a raíz de todo esto, pero el Rey Felipe tiene otros planes para sus vacaciones. Pagará con la misma moneda a la Reina Letizia y sus hijas. Partirá lejos y las dejará solas y abandonadas en el lujoso y confortable Palacio Marivent, a merced del calor veraniego que obliga a refrescarse en las frescas aguas de la isla balear.
¿Qué planea Don Felipe? ¿Acaso una revancha? El menor de los Borbón y Grecia partirá el próximo domingo, un día después de entregar los trofeos a los ganadores de la Copa del Rey de Vela. Su destino será Colombia, su capital, Bogotá. El dueño de la Corona asistirá a la asunción del nuevo presidente de ese país, Gustavo Petro. Y lo hará en solitario, según lo anuncia la agenda semanal oficial, publicada en el sitio web de la Casa Real.
El Rey Felipe volará de un paraíso a otro, solo que su viaje no será en absoluto de placer. Al menos no que nosotros sepamos.
