Reina Sofía, la amiga leal que la protegió en sus momentos más complicados

Después de su boda en Atenas en 1962 con el Rey Juan Carlos, la Reina Sofía se instaló junto a su esposo en el Palacio de Zarzuela. Cuando Francisco Franco determinó que serían los entonces Príncipes de Asturias sus sucesores. Una situación que puso a la Monarca Emérita en un escenario complicado, por lo que necesitaba personas de completa confianza a su lado. 

Fue entonces, en 1970, cuando en Laura Hurtado de Mendoza encontró lo que tanto buscaba, un apoyo incondicional. Desde entonces, comenzó a trabajar como su secretaria, tras 30 años junto a ella llegó el momento de la jubilación, pero dada la lealtad que recibió de su parte, la madre del Rey Felipe le pidió que se quedara como su asesora personal. 

Y es que Laura ha estado en los momentos más complicados de la Reina Sofía, aparte de su hermana Irene de Grecia, es en ella en quien más confía. Además, estuvo en los días más importantes de los hijos de la Aristócrata, cuando comenzaron su etapa escolar y por otra parte, en los de más dolor cuando falleció la Reina Federica, se encargó de proteger a Felipe VI de la noticia hasta que llegara su madre. 

El rol de Laura Hurtado de Mendoza en la Familia Real ha sido invaluable. Asimismo como ayuda a Sofía de Grecia en todo lo que implica las relaciones familiares, también ha sido de apoyo para otros. Fue ella quien ayudó a la Reina Letizia a adaptarse a su nueva vida en el Palacio de Zarzuela. Por otra parte, ha tenido mucho que ver con los diseñadores que han vestido las mujeres de la Realeza, ha sido ella la encargada de coordinarlo. 

Si bien ha sido una persona muy importante que se ha mantenido al margen de la atención de los medios, cuando ha sido necesario ha dado un paso en favor de la Reina Sofía. Cuando abdicó el Rey Juan Carlos fue uno de los grandes apoyos de la abuela de la Princesa Leonor, no dudó en halagar el importante rol que han cumplido y que muy poco se le reconoce. 

Se ha hablado siempre de su profesionalidad y de su sacrificio, pero va más allá. Tiene un corazón enorme y una gran capacidad de solidarizarse con el sufrimiento de los demás porque ella también sufre. Quizá por la vida que ha vivido.