REINA LETIZIA
Marie Chantal y la Reina Letizia destinadas a coincidir, a pesar de su penosa enemistad
Las royals juntaron miradas una vez más.
Marie Chantal, la Princesa Consorte de Grecia es conocida como la enemiga número uno de la Reina Letizia, luego del lamentable incidente de 2018 en el que ambas quedaron expuestas públicamente. La tensión entre ambas viene dada tras la misa de Pascuas en Mallorca, cuando Letizia y Doña Sofía protagonizaron un rifirrafe ante las cámaras que quedó para la historia de la Familia Real. Ese día Letizia impidió que la suegra se fotografiase con sus hijas Leonor y Sofía, dejando unas imágenes nada agradables que fueron muy criticadas por la prensa.
Ante dichas imágenes, Marie Chantal no dudó en juzgar a la Reina Letizia en Twitter, asegurando que Letizia había "mostrado su verdadera cara". Una afirmación que puso a Letizia aún más en el centro de las críticas y que no le agradecería para nada a su par de Grecia.
Tras el incidente, varias revistas dieron fe de que Marie Chantal envió ropa de su propia firma para la Princesa Leonor y la Infanta Sofía con el fin de propiciar un acercamiento con la Reina. Sin embargo, Letizia no solo nunca le puso estos conjuntos a sus hijas en público, sino que tampoco agradeció el detalle.
Sabemos que ambas son embajadoras de la buena moda, y en esta oportunidad, Marie Chantal habría copiado uno de los infaltables de estilismo de la Reina Letizia, las alpargatas que suele usar la Consorte con sus looks más veraniegos. La esposa de Pablo de Grecias ha escogido uno de los modelos de alpargatas favoritos de Doña Letizia. Una pieza en color beige elaborada en lona de algodón, escote en V, talonera trenzada y cierre con cintas de la firma Castañer cuyo precio es de 110 euros.
Este podría ser otro acercamiento o punto de inflexión para las royals. Cabe destacar que la última vez que se vieron Marie Chantal y la Reina Letizia fue en Tatoi, Grecia, en la celebración del 50 aniversario de la muerte del Rey Pablo, abuelo de Pablo y Felipe, ha pasado mucho tiempo desde entonces, y un encuentro personal estaría muy lejos de suscitarse.
