CHARLÈNE DE MÓNACO

Las vacaciones del Príncipe Alberto que suponen una crisis con Charlène de Mónaco

¿Otra vez?
viernes, 19 de agosto de 2022 · 03:00

Hace años que a Charlène de Mónaco y al Príncipe Alberto se los ve envueltos en una suerte de tensión e incomodidad inexplicable, como si hubiese algo que no termina de encajar en la relación. ¿Qué es lo que realmente sucede, a puertas cerradas, entre ellos?

Aquella pregunta se incrementa aún más debido a las últimas novedades de la familia Grimaldi. Según el medio Corriere della Sera, la ex nadadora parece haber decidido no acompañar a su marido y a sus hijos en sus días de descanso en las costas de Córcega, lugar paradisíaco al que suelen concurrir. Los niños, por más de no estar con su madre, están pasando un tiempo agradable junto a su padre.

Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto. Fuente: (Instagram).

La noticia hizo ruido por todos lados ya que, por más de que las familias de la Realeza suelen ser discretas a la hora de planear sus vacaciones, el Príncipe Alberto  y su esposa acostumbran a descansar en su propiedad de Roc Agel o hacer un viaje improvisado.

Charlène de Mónaco, la "princesa triste". Fuente: (Instagram).

A pesar de lo que la gente y las revistas puedan llegar a decir, se desconoce el verdadero motivo de la ausencia de Charlène en sus vacaciones familiares. Quizás cuando sus hijos comiencen el ciclo escolar, se la podrá ver nuevamente junto al Heredero monegasco.

Juntos pero separados

Sin embargo, no sería la primera vez que la Princesa de raíces sudafricanas decide tomarse un descanso por su cuenta, alejada de los rumores que la atormentan desde el día que se casó con su marido. Incluso, es sabido que, en reiteradas oportunidades, tanto ella como Alberto viajaron juntos pero decidieron dormir en habitaciones diferentes.

Charlène de Mónaco y el Príncipe Alberto en su última visita al Vaticano. Fuente: (Instagram).

No hay que olvidar que últimamente no se los ha visto en ningún tipo de ceremonia o evento Real. De hecho, las ocasiones en las que el Príncipe y la Princesa tuvieron que compartir actos juntos, ella siempre se mostró seria y discreta. Por el contrario, Charlène de Mónaco parece preferir los actos donde puede tener más contacto con la gente. Allí es donde aflora su lado más gentil y humano.