Visitar a la Reina Isabel en el Palacio de Buckingham es un privilegio para pocos y compartir la mesa con la líder de la Familia Real Británica, mucho más. Aunque sostienen que fue modernizando algunas de sus costumbres, hay algunas reglas que la monarca no está dispuesta a resignar.

Algunos expertos en la realeza inglesa sostienen que Su Majestad suele mostrarse más relajada cuando mantiene encuentros privados con sus bisnietos y que hasta les permite sentarse en su regazo.

Pero cuando llega la hora de compartir un almuerzo o una cena, la Reina Isabel es tan indulgente con el Príncipe George, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis, como lo fue con sus nietos William y Harry.

Una regla de la Reina Isabel que hay que respetar sin excepción

En el programa de televisión inglés This Morning, el exparlamentario Gyles Brandreth le corrió el velo a uno de los espacios más íntimos de la realeza británica, al brindar detalles sobre una de las reglas que se deben cumplir cuando la Reina Isabel preside la reunión.

Como ocurre en muchas casas reales, pero sin abolengo, los comensales sin excepción deben claudicar si se quieren sentar al lado de la Monarca británica. "Le gustan las cenas formales, por lo que una de las cosas que no permitirá en la mesa con sus nietos y bisnietos son los teléfonos móviles a la hora de comer", explicó Brandreth.

Claro que si a reglas nos referimos, también a una serie de palabras consideradas informales que fueron excluidas del vocabulario familiar, tales como, por ejemplo, baño. Es que a la realeza británica les gusta llamarlos tocador o retrete.

En los próximos meses se espera que concluya la mudanza del Príncipe William y su esposa Kate Middleton, quienes dejarán el Palacio de Kensington para instalarse en Adelaide Cottage, una casa en el lado este del Castillo de Windsor. Todo hace pensar que ahora, las visitas del Príncipe George, de 9 años, la Princesa Charlotte, de 7 años y el pequeño Príncipe Louis, de 4 años, a su bisabuela comenzarán a ser mucho más habituales.