El Rey Felipe podría ver amenazado uno de sus grandes tesoros

La pasión por la vela y por el club náutico palmesano en particular se ha trasmitido de padres a hijos en la Familia Real. El Rey Juan Carlos abrió a su hijo el camino a las ragatas casi desde que era un adolescente.

El Rey Felipe debutó en las regatas mallorquinas a bordo del "Sirius II", cuando tenía 16 años. Ya para ese entonces, el exmonarca era gran apasionado de la vela desde su juventud, y en ese momento pidió a la tripulación que su hijo no tuviera ningún trato especial con él y "que le hiciesen trabajar". 

Desde ahí, el Rey Felipe ha estado involucrado año a año en las regatas, y ha destacado, no solo por su presencia en los simbólicos encuentros si no por trabajar en las competencias. Este es casi otro de los tesoros de los que ostenta el esposo de la Reina Letizia. Actualmente el club está en riesgo de perder su concesión.

Habrá una ocupación temporal.

Así lo dio a conocer un reporte del diario ABC, que apunta a que casi cuatro décadas después, el club de las regatas predilecto de la Familia Real española podría tener los días contados. "Por poder todo podría ser. Estamos en una situación de indefensión porque la Autoridad Portuaria no nos contesta. Vamos a pedir que nos conteste y que nos diga exactamente cuál es la situación. Supongo que habrá una ocupación temporal para tener tiempo para resolver, y solicitaremos que se nos reconozca nuestro estatus de concesión administrativa desde 2003 hasta hoy", avanza Carbonell, un representante del club, que no descarta recurrir a la vía jurídica con un contencioso.

La misma publicación hace referencia a que el Rey Felipe ya ha expresado su preocupación por el posible cierre, y ha dedica unas sincerados palabras de agradecimiento  al club, sus palabras quedaron plasmadas en el libro que conmemora el 40º aniversario este 2022. "Gracias por acoger esta gran regata del Mediterráneo y contribuir tanto a la proyección de la vela española desde Mallorca y las Islas Baleares", escribió.