REY JUAN CARLOS

La artera jugada y el feo gesto contra el Rey Juan Carlos antes del funeral de la Reina Isabel

Nadie lo merece.
lunes, 19 de septiembre de 2022 · 09:50

Se habló toda la semana sobre el tema. ¿Se sentarán juntos? ¿Se saludarán? ¿Cruzarán miradas? Y, finalmente, lo que más temían en el Palacio de la Zarzuela ocurrió. ¡Y de qué manera! El Rey Juan Carlos quedó sentado no solo al lado de su todavía esposa la Reina Sofía, sino que además estuvo separado por escasos centímetros de su nuera la Reina Letizia, que a su lado tenía al Rey Felipe, que ni siquiera hizo el intento de mirar de reojo a su padre.

Una foto indeseada con el Monarca retirado como protagonista, que ya se imprime en todos los diarios y revistas y que circula sin pausa en todos los portales digitales de España y, por qué no, de Europa y resto del planeta.

Sin embargo, fue lo que pasó horas antes de la foto lo que realmente llama la atención y, en algún punto, indigna. Es que la actitud que han tenido con el Rey Juan Carlos es digna del análisis de un especialista en protocolos y, también, de una psicoanalista experto en problemas de familia.

El Rey Juan Carlos y la Reina Sofía en su llegada a Westminster Hall. Fuente: (Instagram).

Un día antes del funeral, tanto el Rey Felipe como la Reina Letizia hicieron lo imposible por no cruzarse con el Emérito. No querían darle con el gusto a los paparazzis deseosos de obtener la foto más buscada para venderla por miles de euros a los medios sedientos de cotilleo royal. Cuando los restos de la Reina Isabel todavía permanecían en Westminster Hall, Don Juan Carlos y la Reina Sofía asistieron a rendirle honores a la Monarca caída. Fue allí donde ocurrió el primer gesto contra Juancar.

El antecesor de Don Felipe renunció a su silla de ruedas y se valió de su bastón para poder honrar de la mejor forma la memoria de su familiar directa; ambos son tataranietos de la Reina Victoria de Inglaterra. Con sus 13 intervenciones, tres de ellas en su cadera, el Emérito apenas podía poner un pie delante del otro. Con escaleras en su camino, necesitó de la ayuda adicional de un joven escolta que lo sostenía a cada metro logrado. Mientras tanto, Doña Sofía caminó delante sin esperar ni un segundo. En ningún momento se detuvo a mirar a su todavía esposo, a ver si necesitaba ayuda. En todo momento, pareció estar más pendiente de evadir cualquier oportunidad para establecer un contacto que pueda interpretarse como cercano.

Por su parte, el Rey Felipe y la Reina Letizia esperaron a que el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía se retiren de la Capilla Ardiente para emprender camino a rendir sus propios honores. Fue una hora después que hicieron su entrada y ya, sin moros en la costa o, más bien, sin Monarcas retiradas indeseados en el horizonte, ingresaron a Westminster Hall para inclinarse ante los restos de la Reina Isabel antes del histórico funeral de este lunes. Una jugada maestra que, más tarde, tendría su castigo gracias al protocolo británico.