Fue el tema de la semana pasada. El reencuentro entre el Rey Felipe y su padre, el Rey Juan Carlos, acaparó la atención de los medios a lo largo y ancho de España. Sería la primera vez que los Monarcas se ven las caras luego de su poco feliz encuentro en Sanxenxo, en mayo de este año, cuando tras una larga reunión se le solicitó al Emérito volver por donde vino. La Infanta Elena, la mayor de los Borbón y Grecia, fue la única de las hermanas que reaccionó al último cara a cara entre dueños de la Corona.

¡Y de qué manera! Fue a la salida de su residencia, en Madrid. Una reportera de la prestigiosa agencia de noticias Europa Press abordó a la hija de Don Juan Carlos para consultarle su opinión sobre este encuentro entre padre e hijo o, más bien, entre Reyes, vigente y exiliado.

La respuesta de la Infanta Elena, como nos tiene acostumbrados, fue única. Una total incógnita. Se limitó a saludar amablemente a la periodista que, con una rigurosidad envidiable, emite sus consultas a varios metros de distancia de la entrevistada, incluso si esta lleva las ventanillas de su vehículo completamente cerradas.

Una reacción al fin, al menos para los editores de "CHANCE", sección que pertenece a Europa Press, de la mayor de las Infantas, uno de los pocos pilares sobre los que se sostiene el Rey Juan Carlos durante su exilio en Abu Dabi.

Una puerta que se abre

Suenan cada vez más fuertes las versiones que aseguran que el regreso del Rey Emérito no sería una posibilidad demasiado lejana. Sin embargo, quienes conocen el tema y tienen contacto permanente con allegados al Palacio de la Zarzuela, aventuran que la decisión no depende solo de la Corona, sino también del propio Juan Carlos.

Es 50-50, según precisan. Habría un pedido puntual, de parte de la Casa Real y del Gobierno de España, para iniciar los trámites de “repatriación” de quien supo ser el restaurador de la Monarquía española tras un largo y oscuro período. Habrá que esperar.