La Reina Sofía y el Rey Juan Carlos llevan 50 años de matrimonio, pero desde hace casi cuatro décadas que mantienen una serie de desencuentros, fundamentalmente por las licencias que se ha tomado el Monarca y que han marcado la vida de la Familia Real por completo.

Distanciados pero cuidando las apariencias, la Reina Sofía ha sabido disimular toda la humillación que el Rey Juan Carlos le puso por delante, sobre todo por sus incontables relaciones extramatrimoniales.

Educada como nieta, hija y hermana de Reyes, la Emérita tiene muy en claro cuál es su rol dentro de la institución española, a la que se ha aferrado y no está dispuesta de dejar ni siquiera con su marido radicado en Abu Dabi desde hace dos años. 

Esto no quiere decir que más de una vez se ha planteado la posibilidad de un divorcio. Sin embargo, la Reina Sofía ha preferido focalizarse en la crianza de sus hijos y en sus funciones en La Zarzuela, residencia en la que aún vive y comparte con su hijo, el Rey Felipe y su nuera, la Reina Letizia. 

¿Qué detuvo a la Reina Sofía para no divorciarse del Rey Juan Carlos?

Uno de los puntos de inflexión en la pareja ocurrió en el palacio de La Encomienda de Mudela en Ciudad Real, durante 1975. La Reina Sofía fue junto a sus hijos a visitar al Emérito, pero se fue a los pocos minutos de haber entrado. En ese lugar, el Rey Alfonso XIII solía esconderse para mantener relaciones extramatrimoniales, algo que su nieto, el Rey Juan Carlos, aprendió con maestría.

Días más tarde, la Consorte del Rey Juan Carlos viajó a la India junto a sus hijos para visitar a su madre, la Reina Federica. Cuentan que ahí la Reina Sofía descargó su frustración y pidió un consejo, pero habría recibido esta respuesta: “¿Quieres ser como yo, una reina sin reino, una paria que tiene que vivir de la caridad de los demás y que ha tenido que venir a la India porque nadie me aguanta?

A pesar de que esa no fue la única vez que la Reina Sofía pensó en romper su matrimonio con el Emérito, la participación de la Reina Federica siempre fue determinante para el futuro de su hija.

Sin embargo, habría otra razón que justificaría los años de postergaciones y por los que todavía aguanta ser la Reina Sofía. Es que el Parlamente griego le ha informado que en caso de divorcio, debería devolver la dote a los griegos.