REY JUAN CARLOS

Desconfianza e insultos: la complicada relación del Rey Juan Carlos con sus yernos y la Reina Letizia

Desde el primero, hasta el último.
lunes, 26 de septiembre de 2022 · 02:00

El Rey Juan Carlos parece no estar convencido con ningún yerno o nuera que ha llegado a la familia: a cada uno le encuentra un aspecto negativo, sin embargo, la Reina Letizia sería la más conflictiva. La situación se ha podido observar a nivel mundial, semanas atrás, en la abadía de Westminstaer.

Desde el comienzo de la historia de amor entre el Rey Felipe y Letizia Ortiz, el Rey Juan Carlos jamás estuvo de acuerdo en que una periodista como ella estuviera con su hijo. Afirman expertos de la Casa Real que previo a que se concretara la boda la habría enviado a investigar durante seis meses por el CNI. Clara evidencia de su desconfianza.

El suegro de Letizia no pudo dar con nada trascendente en contra, así que la noticia de la futura boda por fin se hizo pública. El Monarca no toleraba la idea de que su hijo estuviera con una plebeya, periodista y divorciada. Esto ha llamado la atención de muchos, ya que él había mantenido una relación íntima durante 30 años con la periodista Queca Campillo.

Reina Letizia y el Rey Juan Carlos. Fuente: (Instagram)

El Emérito nunca pudo evitar los desplantes en privado hacia la Reina Letizia y en la actualidad estas actitudes no cesaron. Se ha referido a ella como “la nieta del taxista” y el escritor Leonardo Faccio la definió como “La reina impaciente”, algo que a Juan Carlos de Bordón le causaba mucha gracia.

La actitud que más ha generado malestar fue cuando Juan Carlos le pide en dos ocasiones a su hijo que la apartara de su vida. La primera fue en 2003 “Felipe, coño, divorciate” y la segunda vez también le recomendaba que abandonara a Letizia.

Se creía que el exilio del Rey Juan Carlos a Abu Dabi podría llegar a calmar los ánimos entre él y la reina española, pero nada de eso sucedió. De hecho, el entorno de amistad del Emérito siempre consideró que su nuera sería una mala imagen para la corona española. Sobre todo la han acusado de ser la única responsable del alejamiento que tiene Felipe con su padre.

Boda del Rey Felipe y la Reina Letizia. Fuente: (Instagram)

Otra parte de la historia nos lleva a la relación del Monarca con Iñaki Urdangarin, algo latente al día de hoy. Al parecer, nunca logró confiar en que sería una buena opción para su hija, la Infanta Cristina. 

Siempre rodeado de amistades en la prensa, el Rey Juan Carlos le pide en esta ocasión a su amiga especial, Queca Campillo, que lo ayude a filtrar información para difamar a la pareja de su hija. Pero al ver que Cristina estaba perdidamente enamorada y convencida de su amor por el jugador, tuvo que poner freno a la situación mediática en contra de Iñaki.

A pesar de ser destacado en el ámbito deportivo, para su suegro era un simple plebeyo que carecía de un oficio que asegurara a su hija la seguridad de un buen estilo de vida, tanto que luego de haberse concretado la boda, le dijo: "Mi hija no puede vivir en un piso". La Infanta Cristina nunca dudó en apoyar a Iñaki Urdangarin, de quien se había enamorado, y es así que se transformó en un hombre de negocios que le permitió mantener a su esposa tal como lo merecía, según su padre.

Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin

Cuando por fin parecía ser el yerno que tanto deseaba el Rey Juan Carlos, al compartir distendidos momentos familiares, salieron a la luz durante el juicio de Nóos las pruebas por parte de la cronista Pilar Urbano que daban cuenta de los engaños de Iñaki hacia la Infanta Cristina. “Tengo emails que demuestran que Urdangarin ha tenido aventuras con otras mujeres”, afirmó la periodista.

Juan Carlos de Borbón siempre mantuvo a su yerno controlado, al igual que a sus negocios empresariales desde que fundó Nóos y lo hizo través del Centro Nacional de Inteligencia. No pasó mucho tiempo hasta que estalló el escándalo que salpicó a Iñaki y, sin dudarlo, el Rey Juan Carlos le soltó la mano, por lo que terminó en prisión. Sin embargo, se encargó de mantener a salvo a su hija, la Infanta Cristina, por lo que pagó la mejor defensa para ella, mientras la presionaba para que por fin se divorciara de su marido.

El divorcio tardó en llegar. Lo que no había logrado la cárcel, la quita de títulos y el exilio en Ginebra, lo consiguen unas imágenes en donde puede verse a Iñaki Urdangarin engañando a la Infanta, con una compañera de trabajo. El Rey Juan Carlos en aquel momento dijo: “¡Pero qué hijo de puta! A este ni un duro, de este tío no me habléis más”.

Los antecedentes del padre de Felipe VI también han complicado a Jaime de Marichalar, quien se acercaba más a los requisitos para ser pretendiente de su hija, la Infanta Elena, pero tampoco fue suficiente para él, a pesar de sus raíces dentro de la aristocracia.

Jaime Marichalar y la Infanta Elena. Fuente: (Instagram)

En este caso, hasta la Reina Sofía desconfiaba de Jaime de Marichalar. Don Juan Carlos no compartía ese entusiasmo que tenia la Infanta Elena por su novio y una vez más utilizó sus contactos para que el Ministerio de Asuntos Exteriores hiciera un informe sobre su futuro yerno. En aquel momento pudo descubrirse que había mentido en su currículum, ya que no era economista y mucho menos tenía altos cargos en el Credit Suisse. La situación no impidió que avanzara en su relación con la primer hija del Monarca.

Marichalar ha seguido siendo fiel al Rey Juan Carlos a pesar de haberse divorciado de Elena y esto quedó demostrado en la carta en defensa al Emérito tras su marcha a Abu Dabi, actitud reprochada en las redes.