La decisión de Íñigo Onieva tras su deslealtad hacia Tamara Falcó

Íñigo Onieva ya no sabe qué hacer para que Tamara Falcó lo perdone. Fuentes cercanas al empresario afirman que se ha refugiado en casa de su madre, donde también vive su hermana, Alejandra. Además, cuentan que "no come ni duerme" y que tiene preocupada a toda su familia por la situación en la que se encuentra. Solo desea hablar con su novia, que "no contesta a los mensajes. Desde el sábado le está enviando mensajes que no tienen respuesta. Y cuando llama a la casa, le dicen que no se pone al teléfono", agregaban sus allegados. Tampoco ha tenido buenos resultados al intentar contactarse con la familia de su prometida.

Tamara también se mudó el pasado sábado del piso en el que vivían juntos para estar acompañada de su madre, Isabel Preysler. Desde aquel momento a Íñigo Onieva le fue imposible contactar a su pareja, con la que tenía fecha de boda prevista para el 17 de junio del 2023, algo que quedó en suspenso poco tiempo después de ser anunciado a través de una publicación que ya fue eliminada.

Sin obtener resultados en el entorno familiar de su expareja, el empresario optó por intentar con su círculo de amigas, quienes aseguran que: "Ya le han comunicado que por ahora no hay nada que hacer. Le aconsejan que deje pasar el temporal y le dicen que todos los actos tienen sus consecuencias. Son muy beligerantes". La diseñadora, además de dejar de seguir a su prometido en las redes sociales, lo ha bloqueado de sus contactos telefónicos.

Después de que el vídeo se viralizara, Iñigo Onieva le contó que las imágenes donde besaba a esa mujer eran de 2019, misma versión que hizo a los medios. Pero su novia recibió una serie de llamados que le hicieron abrir los ojos. Lo que jamás imaginó el empresario al viajar al festival Burning Man, en Nevada, es que ese sería el fin para la pareja. 

RUMORES DE INFEDELIDAD EN LA PAREJA

Durante el último verano, surgieron acusaciones de engaños que tuvo el ingeniero, a lo cual se defendió respondiendo: "Están empeñados en separarnos. No lo entiendo. Ese día no salí en barco, que por cierto es el de su primo. Y Lucía (la exnovia) tiene el suyo. Lo que hacemos es juntarnos un grupo grande y vamos a una cala. Unos salen a esquiar, otros tomamos el sol, nos bañamos. No tiene mayor importancia". Una vez más, Tamara prefirió creerle.

Ahora todo parece ser distinto, nadie puede asegurar que la marquesa perdone a su novio y mucho menos que exista tal boda. Ella ha manifestado querer a su lado un hombre que la respete y valore, y éste no sería el caso de Íñigo.