Por primera vez en 70 años, la Reina Isabel se ausentó de los Braemar Gathering, el popular evento de los Highland Games, al que asistió, en su reemplazo, el Príncipe Carlos, acompañado por su esposa Camila Parker.

El tradicional evento es una cita ineludible para la Reina Isabel, que siguió el consejo de sus médicos y prefirió quedarse en el Castillo Balmoral, a donde llegó a principios de julio para disfrutar de sus vacaciones de verano.

Aunque allegados a la Monarca aseguran que se encuentra en pleno estado de salud, se temía que su falta de bienestar general esté siendo acallada por los voceros de la Casa Real británica. 

Pero el buen humor y hasta las risas del Príncipe Carlos han hecho pensar que la Reina Isabel lejos está de alejarse del reinado, ese que mantiene desde hace siete décadas y que en junio celebró el Jubileo de Platino.

La Reina Isabel no se moverá de Balmoral

En el diario inglés The Mirror, el periodista Russell Myers ha confirmado que la Reina Isabel “necesita descansar y recuperarse después del Jubileo de Platino y un verano ajetreado”. Además, ha explicado que “según indica el personal de Palacio, su Majestad se mantiene muy alerta y perfectamente capaz de continuar con su función en el día a día a pesar de sus dificultades para moverse últimamente”.

Además de delegar algunas actividades oficiales en su hijo, la Monarca decidió que el próximo 6 de octubre recibirá al renunciante primer ministro Boris Johnson en Balmoral, modificando la tradición de hacerlo en el Palacio de Buckingham.

Un día mas tarde deberá visitar a la Reina Isabel quien sea elegido para sustituirlo, que se definirá entre los líderes del Partido Conservador, Liz Truss o Rishi Sunak. Esto la convertirá en la primera Monarca en reinar con 15 primer ministros distintos en Gran Bretaña.