La fea actitud de la Reina Sofía que Irene Urdangarin no puede borrar de su mente

Recientemente, Irene Urdangarin se ha vuelto una completa sensación, su popularidad ha ido subiendo desde que se la vio acompañando a la Reina Sofía a la salida de un teatro.

La joven de 17 años se mostró muy atenta y cariñosa con su abuela, algo que demostró mucho acerca de la excelente relación que mantienen, pero no siempre fue así.

Transcurría el 2005, llegaba el día en el que Irene Urdangarin viera la luz del mundo recibiéndola, y mientras la madre daba todo su esfuerzo en el parto para que esto suceda, la Reina Sofía se encontraba a una distancia abismal en la pista central de Roland Garros.

Su Majestad estaba viviendo el partido de Rafael Nadal cuando de pronto suena el teléfono, era el esposo de la Infanta Cristina anunciando la llegada de Irene Urdangarin, su segunda nieta mujer hasta la fecha.

Con suma emoción, Doña Sofía abandono el estadio y se dirigió a tomar un taxi hasta el aeropuerto para tomar un jet privado y llegar lo más pronto posible a Barcelona. Una vez allí, la emérita conoció a su amadísima nieta, la primera mujer de los Urdangarin.

Quien tuvo un comportamiento mucho más tosco con respecto al nacimiento fue el Rey Juan Carlos, quien se quedó viendo el partido. Una vez finalizado, dio declaraciones en donde agradecía la gran racha de felicidad, poniendo en el mismo lugar el triunfo de Nadal y el nacimiento de su nieta.