RECETAS
Delicia Tentadora: Cascaritas de Naranja confitadas para acompañar tu café
¿Buscas una deliciosa y tentadora adición a tu café de la mañana? Las cascaritas de naranja confitadas son la elección perfecta. Descubre cómo hacerlas en casa y disfrutar de un sabor cítrico y dulce que eleva tu experiencia cafetera.
Las cascaritas de naranja confitadas son pequeñas delicias que a menudo se pasan por alto en la cocina, pero su capacidad para elevar tus sentidos y crear un ambiente especial en tu hogar es digna de mención. Estas cascaritas son un bocado cítrico y dulce que se puede disfrutar solas o como un acompañamiento perfecto para tu café, taza de té o incluso un postre.
El proceso de confitar cascaritas de naranja implica cocinarlas suavemente en un jarabe de azúcar, lo que no solo suaviza su sabor amargo sino que también realza sus notas cítricas naturales.
El resultado es un manjar con una textura tierna y un sabor que es una armonía perfecta entre lo dulce y lo cítrico.
Ingredientes:
4 naranjas orgánicas (asegúrate de que no tengan cera)
2 tazas de azúcar
1 taza de agua
Paso a paso:
Comienza lavando bien las naranjas. Luego, corta las naranjas en cuartos y pela con cuidado las cascaritas exteriores. Intenta eliminar la mayor cantidad posible de la parte blanca, ya que es amarga. Corta las cascaritas en tiras finas o en la forma que prefieras.
En una cacerola grande, coloca las tiras de cascaritas de naranja y cúbrelas con agua fría. Lleva el agua a ebullición y cocina las cascaritas durante unos 5 minutos. Esto ayudará a eliminar la amargura. Luego, escurre las cascaritas y repite este paso dos veces más.
En la misma cacerola, agrega una taza de agua y dos tazas de azúcar. Revuelve bien hasta que el azúcar se disuelva y lleva la mezcla a ebullición. Una vez que hierva, agrega las cascaritas de naranja escurridas y reduce el fuego a bajo.
Cocina las cascaritas a fuego lento durante aproximadamente una hora, revolviendo ocasionalmente. Notarás que el líquido se reduce y se espesa, y las cascaritas se vuelven translúcidas y brillantes. Asegúrate de no dejarlas cocinar demasiado, ya que se endurecerán al enfriarse.
Una vez que las cascaritas estén listas, retíralas de la cacerola y colócalas sobre una rejilla para que se enfríen y se sequen. Una vez enfriadas, puedes almacenarlas en un recipiente hermético. Estas cascaritas de naranja confitadas son la compañía perfecta para tu café de la mañana y también son un delicioso regalo casero para tus seres queridos. ¡Disfruta de este toque de dulzura cítrica en cada taza de café!
