Fácil y rápido: mousse de frambuesa con 2 ingredientes y sin gelatina

¡Ey, tú! Sí, sí, tú que buscas algo dulce y fresquito pero no quieres complicarte la vida. Tengo una receta que es para ti: una mousse de frambuesa que está para morirse, y lo mejor de todo, con solo dos ingredientes y sin necesidad de gelatina. ¿Suena bien, verdad? Pues sigue leyendo, que esto no tiene ningún misterio.

Es cierto que a veces comprar frutas como las frambuesas puede parecer un gasto extra, pero te voy a contar un secreto: en realidad, son una inversión en sabor y salud. Además, en esta receta, las frambuesas no son solo un capricho, sino el alma del postre.

Ingredientes de la receta:

• Frambuesas frescas (o congeladas, que no estamos para tirar la casa por la ventana)
• Nata para montar (que tenga buen porcentaje de grasa, para que quede bien montadita)

La frambuesa no solo es esa fruta pequeñita y de color vivo que nos alegra la vista, sino que también es una bomba de antioxidantes y vitaminas. Perfecta para darle un toque gourmet a nuestras recetas sin complicarnos la existencia.

Paso a paso:

Comienza triturando las frambuesas hasta obtener un puré. Si te molestan las semillas, puedes colarlo, pero si eres de espíritu libre y te gustan las texturas, déjalas que aportan carácter. Reserva un poco para decorar al final, que luego todo entra por los ojos.

A continuación, monta la nata. Que esté bien fría para que suba mejor y se forme esa espuma que es esencial para nuestra mousse. Cuando ya esté montada, mezcla con el puré de frambuesas con movimientos envolventes, como si estuvieras acariciando el aire, para que no se baje.

Reparte la mezcla en copas o vasitos, que sea algo bonito, y deja reposar en la nevera. Con una horita tendrás, pero si lo dejas más tiempo, mejor que mejor. Al servir, decora con las frambuesas que habías reservado y voilà, tienes un postre de diez.

Ya ves que no hace falta ser un chef con estrellas Michelin para disfrutar de una mousse de frambuesa de rechupete. Con esta receta, seguro que triunfas en cualquier cena o te das un capricho cuando te apetezca algo dulce y ligero. ¡A disfrutar de la vida y del buen comer!